El expresidente de Banco Popular Emilio Saracho ha asegurado este jueves que intentó evitar que la entidad fuera intervenida y adjudicada por el precio simbólico de un euro al Banco Santander, lo que ha supuesto la pérdida del dinero para todos los accionistas.
Sobre este último asunto y la posibilidad de que ahora muchos de los afectados preparen demandas para intentar recuperar su inversión, Saracho ha considerado que "están en su derecho". El expresidente del Banco Popular ha hecho estas declaraciones tras la junta de la aerolínea IAG, en la que ha sido reelegido consejero a pesar de las críticas de algunos accionistas.
Emilio Saracho llegó a la presidencia del Banco Popular el pasado febrero con la idea de reconducir la maltrecha situación de la entidad, para lo que barajaba la venta de activos improductivos, una nueva ampliación de capital para sanear el balance y la venta a un competidor.
Esta última opción parecía la más probable hasta finales de mayo, aunque algunos de los potenciales compradores -Banco Santander, BBVA o Bankia- mostraban ciertas reticencias mientras Popular era incapaz de cifrar las provisiones que necesitaba para cubrir su riesgo inmobiliario.
Al final, y tras fuertes batacazos en Bolsa, el pánico se apoderó de muchos clientes que optaron por la retirada masiva de fondos del Banco Popular, lo que, a pesar de su solvencia, puso en entredicho su liquidez y precipitó la intervención por parte de Europa.
Tras dicha intervención, la entidad, cuya capitalización bursátil rondaba los 1.400 millones de euros, pasó a tener un valor cero -incluso negativo según algunos informes de expertos- y fue adjudicada al Banco Santander para garantizar los ahorros de los clientes.
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