La banca española está cerrando contablemente uno de sus peores años de las últimas décadas. El sector ha tenido que remangarse para paliar los efectos de un Euribor en negativo y volúmenes que no acaban de despegar, unidos a provisiones extraordinarias por las cláusulas suelo y las nuevas normas contables del Banco de España para el ladrillo. Cuando todo parecía que no podía ir a peor, llegó la reforma fiscal de final de 2016, que ha restado varios cientos de millones más a las entidades.
Aunque no todas las entidades han desglosado el impacto que ha supuesto este hachazo de Montoro, las cuentas de resultados ya presentadas muestran que Santander España, BBVA España, CaixaBank, Bankinter, Sabadell y Unicaja pagaron 1.577 millones en impuestos, el doble que hace un año, cuando contribuyeron al erario público con 656 millones. Banco Popular está excluido de este cálculo, ya que las pérdidas sufridas este año, de 3.485 millones, le han generado un crédito fiscal de 1.400 millones.
Esta escalada impositiva se ha producido a pesar de que el resultado del sector en España ha crecido mucho menos: casi un 5%. Sin contar con Popular, el resto de entidades que han presentado resultados ganaron en España 3.430 millones en 2016, frente a los 3.278 millones de 2015.
Entre las entidades que han desglosado el impacto directo de los cambios de Montoro está CaixaBank, a la que la reforma le ha costado 149 millones de euros. Además, su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, asume que “este año y en el futuro, la carga impositiva seguirá subiendo”. La entidad catalana ha pagado en total 482 millones en tributos, mientras que en 2015 se benefició de un crédito fiscal por valor de 181 millones.
Impacto por entidades
Para Popular, el impacto fiscal declarado es de 47 millones. El crédito fiscal del que se benefició por sus pérdidas históricas se ha reducido en ese importe por la reforma de Montoro.
Desde el sector se quejan de que este nuevo tablero de juego impositivo fue anunciado sin margen de acción para las entidades y sin que antes circulara un borrador con el que ir haciendo los deberes. “Hacienda ha actuado con nocturnidad, premeditación y alevosía”, declara un financiero. Así, había varias formas de reducir el impacto, como la venta de participadas, que muchas entidades no tuvieron de planificar y ejecutar.
Los banqueros se quejan de que la reforma fiscal no ha dejado a las entidades margen de actuación
Dos entidades sí lo hicieron: Banco Sabadell y Unicaja Banco. La entidad catalana traspasó la mayor parte de su participación en BCP, que aunque le ha venido bien fiscalmente le ha supuesto asumir una provisión por deterioro de 100 millones. Por su parte, Unicaja se desprendió de sus acciones en Iberdrola. A pesar de ello, tanto Sabadell como la entidad malagueña elevaron su carga fiscal en España en 2016: la primera pasando de 55 a 222 millones; y Unicaja de 33 a 56 millones.
Santander España ha sido la entidad que más impuestos ha pagado, 416 millones, casi un 6% más, aunque estas cifras sólo incluyen el negocio bancario, no la inmobiliaria, que podría mitigar la cifra.
Por su parte, BBVA España redujo la carga impositiva de 235 millones en 2015 a 215 millones el año pasado, sobre todo por unas pérdidas mayores de lo esperado en el negocio inmobiliario. Mientras, Bankinter pagó un 39% más de impuestos tras anotarse los mayores beneficios de su historia.
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