Los riesgos financieros por la abrupta subida de los tipos no se han disipado todavía. El Fondo Monetario Internacional (FMI) alerta de que las condiciones financieras se pueden hacer “aún más restrictivas” si los bancos centrales no logran controlar la escalada de precios que se extiende por el mundo desde hace más de un año. Una advertencia que no es nueva en Europa: el Banco Central Europeo (BCE) ha detectado recientemente que la probabilidad de una crisis financiera ha crecido en los últimos dos años y medio.
En su último informe sobre las perspectivas de la economía mundial, el FMI da un paso más en las señales que podrían detonar una crisis financiera, después de los episodios de tensión sufridos a ambos lados del Atlántico por las caídas de varios bancos regionales en Estados Unidos y la de Credit Suisse.
“La turbulencia en el sector financiero podría retornar conforme los mercados se adaptan al nuevo endurecimiento de la política por parte de los bancos centrales”, advierte el organismo internacional.
Tanto en Estados Unidos como en Europa el precio del dinero está batiendo récords. En el primer caso, la Reserva Federal ha llevado los tipos a una horquilla de entre el 5,25% y el 5,5%, con el tipo máximo registrando niveles no vistos desde hace 22 años. El BCE, por su parte, ha aplicado ya la novena subida consecutiva del precio del dinero, que ha pasado del 0% al 4,25% en un año, y se acerca al máximo histórico del 4,75%.
Riesgo para las perspectivas
Como uno de los principales factores de riesgo que pueden truncar las perspectivas económicas, el FMI apunta precisamente a que el esfuerzo de la política monetaria no sea suficiente para controlar la crisis de precios. Una advertencia que llegó antes de que las presiones inflacionarias se reactivaran en Europa por los nuevos máximos del petróleo y después de que el gas se disparara un 40% el pasado miércoles.
“Los mercados financieros han incrementado sus expectativas de endurecimiento de la política monetaria desde abril, pero siguen previendo una política menos restrictiva de lo indicado por las autoridades, lo que agrava el riesgo de que si se anuncian datos de inflación desfavorables —como en el primer trimestre de 2023— se desencadene un aumento repentino de las expectativas sobre las tasas de interés y una caída en los precios de los activos”, alerta en un informe publicado a finales de julio.
"El BCE está preocupado porque la inflación se mantiene en niveles altos durante demasiado tiempo
Estos movimientos, según el organismo encabezado por Kristalina Georgieva, podrían hacer “aún más restrictivas” las condiciones financieras y generar tensión en los bancos y las instituciones financieras no bancarias con balances más expuestos al riesgo de tasa de interés, sobre todo aquellos con mayores inversiones en el mercado inmobiliario comercial.
¿Efecto contagio?
“Cabe esperar efectos de contagio y una fuga hacia activos de alta calidad, con una consiguiente apreciación de las monedas de reserva, y con repercusiones negativas para el crecimiento y el comercio mundial”, augura.
En Europa, el BCE ha dejado por primera vez la puerta abierta a una pausa en el aumento frenético de los tipos de cara a la reunión de septiembre. Pero la cúpula del Eurobanco pone el énfasis desde hace tiempo en que la inflación se mantiene “demasiado alta durante demasiado tiempo” pese a que da señales de moderación. Los datos adelantados del mes de julio corroboran las preocupaciones del banco central.
La tasa interanual de inflación en la zona euro retrocedió dos décimas, hasta el 5,3%, respecto a junio, según Eurostat. Aunque la subyacente, que no tiene en cuenta los precios de la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, confirma los malos augurios del BCE y sigue sin ceder: se mantuvo en el 5,5%.
El peligro de la inflación subyacente
“Si bien algunos indicadores muestran signos de moderación, la inflación subyacente se mantiene en niveles, en general, elevados”, justificaba Christine Lagarde, presidenta del Eurobanco, tras anunciar otra subida de 25 puntos básicos de los tipos en julio.
El BCE reiteró en su último boletín económico, publicado la semana pasada, la apuesta de mantener los tipos altos por la persistencia de la inflación.
El fantasma de la crisis financiera despertó con fuerza en marzo por la quiebra del Silicon Valley Bank y las posteriores réplicas en Europa. Y no parece alejarse, al menos de momento.
Para el BCE, la probabilidad de una crisis del sistema financiero de la zona euro a un año vista ha crecido en los últimos meses y le concede un riesgo del 15%, el nivel más alto desde enero de 2021, en plena pandemia y antes de que la vacunación se extendiera entre la mayoría de la población.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación