La sombra del intervencionismo se hace más larga en la banca española. El Gobierno ha metido en campaña a los bancos a menos de un mes del 23J y el riesgo político por una "mayor intervención" ya está paralizando el apetito inversor por el sector bancario, según trasladan a Vozpópuli fuentes financieras. Los bancos españoles vuelven a estar en el foco por el encarecimiento de las hipotecas y el retraso en la remuneración de los depósitos.
"El mayor riesgo en el sector bancario español ahora es el riesgo político por el intervencionismo. No se está invirtiendo por eso. Existe un freno en las inversiones en el sector", certifica el director financiero de unos de los grandes bancos del Ibex, que pide el anonimato. En las reuniones con inversores de los últimos días, según las fuentes, se transmite a los ejecutivos bancarios la preocupación por la deriva intervencionista. Con todo pendiente del resultado electoral del próximo 23 de julio.
"Los banqueros no ven coherente para el negocio pagar ahora por los depósitos, pero la presión del Gobierno amenaza con abrir una nueva brecha en la reputación del sector
El último frente abierto por Nadia Calviño, vicepresidenta económica, sobre los depósitos es la gota que ha colmado el vaso, según las fuentes. CaixaBank, BBVA y CaixaBank se resisten a remunerar por el tradicional producto de ahorro. "Pagar por pagar no tiene sentido para el negocio con los niveles de liquidez que tenemos", expone otro alto ejecutivo bancario.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sospecha sobre el retraso en el pago de los depósitos y ya investiga informaciones que apuntan a cuándo se iniciará el cambio de tendencia. "No creo que haya un banco que no quiera incrementar sus clientes", cuestionó Cani Fernández, presidenta del organismo garante de la competencia la semana pasada.
El ejemplo de Francia
Los bancos temen que el Gobierno mire al ejemplo de Francia, donde se obliga por ley a las entidades a trasladar de forma automática tanto al crédito como a los depósitos los cambios en la política monetaria. El Banco Central Europeo (BCE) ha subido en 400 puntos básicos los tipos de interés en menos de un año. Un ciclo histórico que se está trasladando al precio de las hipotecas, que se comercializan de media por encima del 3%, pero que en el caso de los depósitos de los grandes bancos se está retardando.
"Los bancos tiene que pagar ya adecuadamente por los depósitos de los ciudadanos", instó Calviño la semana pasada en unas jornadas financieras en Santander, en las que compartió mesa con Carlos Torres, presidente de BBVA.
Los banqueros ya advirtieron en público de que será la competencia la que marque cuándo y cuánto se remunera, y no las declaraciones de la vicepresidenta. Aunque en privado no descartan que el Ejecutivo acabe tomando medidas antes de las elecciones anticipadas, en funciones si no hay un ganador claro o si repite la coalición PSOE-Sumar (en lugar de Podemos), como reconocen fuentes próximas a los bancos.
Pacto forzado en hipotecas
El Gobierno ya forzó a finales de 2022 un pacto hipotecario con las entidades para ayudar a los hipotecados más vulnerables. Calviño precipitó el acuerdo para contener las aspiraciones de Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, que quería ampliar el alcance a "la clase media". Y ahora se plantea revisar las condiciones de este acuerdo tras las subidas agresivas de los tipos.
El jueves 29 de junio está marcado en rojo. Calviño ha citado a las patronales bancarias AEB, CECA y Unacc para analizar el citado pacto hipotecario, pero aprovechará para pedir explicaciones de por qué los grandes bancos retrasan la remuneración de los depósitos. La sombra de intervencionismo vuelve al sector bancario tras meses de ataques por las hipotecas. "Nos hemos convertido en arma arrojadiza para el Gobierno", se resignan desde los bancos.
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