El banquillo de las acusaciones tiene un asiento libre en el juicio de las 'tarjetas black': el de la Fundación Montemadrid, antigua Caja Madrid. Una tras una, todas las defensas del caso han alegado que la caja es la única perjudicada legitimada para reclamar por los plásticos opacos. Sin embargo, la fundación decidió hace ya dos años que este caso no iba con ella, y dejó a Bankia la responsabilidad (y potencial beneficio) de acudir a los tribunales.
Lo hizo tras consultar a cuatro especialistas jurídicos. Coincide que uno de ellos era entonces abogado de José Antonio Moral Santín, exvicepresidente de la caja, imputado en el caso Bankia, acusado en el de las 'tarjetas black' y expatrono de la Fundación. El informe de este letrado, Enrique Bacigalupo, de A25, fue contrario a que Montemadrid se personara en la causa, en la misma línea que los otros tres asesores contratados: Pérez-Llorca, Baker & McKenzie y Grant Thornton. Aun así, Bacigalupo no cerraba la vía civil para reclamar la devolución del dinero de las tarjetas, lo que no veía era delito penal en las tarjetas.
Este medio ha consultado a personas del entorno del abogado, que defienden la independencia de su trabajo. Mientras, desde la Fundación Montemadrid recuerdan que fueron cuatro los expertos contratados -el informe clave lo elaboró José Ramón de Hoces, de Pérez-Llorca- y que la designación de Bacigalupo fue previa a que hubiera ninguna imputación en el caso de las 'tarjetas black': le ficharon en julio y no hubo citaciones por parte del juez Fernando Andreu hasta después de octubre. Añaden que no tomaron ninguna decisión en base a que hubiera o no delito en las tarjetas, sino a quién le correspondía reclamar.
En los meses posteriores, Bacigalupo rescindió su contrato con Moral Santín por diferencias en la línea de defensa dentro del caso Bankia. Aun así, el abogado representa a otros acusados por las 'tarjetas black', principalmente exconsejeros. Desde la Fundación no pudieron aclarar si Moral Santín seguía siendo patrono cuando se seleccionó a Bacigalupo como asesor.
Coincide que el exvicepresidente de la caja y de BFA, su matriz, es el consejero que más gastó con la tarjeta opaca: más de 450.000 euros. Alegó recientemente que este importe no cubrió todos los costes derivados de su dedicación a la caja. Es probable que Moral Santín declare hoy como acusado, si no se extienden demasiado Miguel Blesa y Rodrigo Rato.
Bacigalupo rescidió su contrato con Moral Santín por diferencias en la estrategia de defensa en Bankia
Se espera que antes de las declaraciones, el tribunal que juzga el caso de las tarjetas opacas resuelva las cuestiones previas planteadas por defensas y acusaciones el lunes y martes. Puede que responda también a la estrategia de intentar expulsar a Bankia y al Fondo de Reestructuración (Frob). En tal caso podría darse la paradoja de que el juicio se quedara sin acusaciones particulares, mientras que la que tenía derecho a hacerlo (Fundación Montemadrid) está fuera del caso.
A pesar de ello, fuentes judiciales señalan que lo lógico es que el tribunal deje esta cuestión para el final del juicio y siga la línea marcada por el fiscal Alejandro Luzón, que está de acuerdo en que es Bankia la perjudicada y quien debe recuperar los 12 millones gastados con las tarjetas. Eso no quita para que la Fundación pudiera haberse personado, como hizo, por ejemplo, la Fundación CAM en los casos que se siguen en la Audiencia Nacional.
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