Evitar otro choque legal con los bancos. Hacienda y Economía trabajan a fuego lento el diseño para convertir el gravamen extraordinario en permanente, en una nueva versión que incluya también a ING y otros bancos extranjeros y cajas rurales, según trasladan a Vozpópuli fuentes financieras. Se repartiría de esta forma entre más entidades y la factura de cada banco disminuiría para recaudar unos 3.000 millones de euros al año.
Esta es la sensación en el sector tras los recientes encuentros con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y otros miembros del Ejecutivo. Con esta fórmula, el Gobierno también combatiría una de las principales advertencias del Banco Central Europeo (BCE) en su dictamen, no vinculante, del 2 de noviembre de 2023.
“La aplicación del gravamen únicamente a determinadas entidades de crédito españolas podría falsear la competencia en el mercado y perjudicar la igualdad de condiciones tanto dentro del país como en toda la Unión Bancaria”, reprendió el supervisor único en ese momento.
"ING batió en 2023 récords de beneficios tras librarse del impuestazo. Es de las entidades más agresivas en la guerra de hipotecas, lo que solivianta al resto de competidores
El proyecto de ley fijó un listón de 800 millones de euros sobre la base de ingresos por intereses y por las comisiones en la venta de productos financieros. ING ganó un récord de 314 millones en 2023 en España y Portugal, tras quedarse fuera del perímetro del impuesto. La filial española del banco holandés juega un papel relevante en la guerra hipotecaria iniciada ante la previsible rebaja del precio del dinero, prevista a partir de junio. ING rebajó recientemente el interés de su Hipoteca Naranja Fija del 3,75% de febrero al 3,70%.
Se trata precisamente de la principal queja de los grandes bancos, que consideran que compiten en desventaja con ING y sobre todo las cajas rurales, muy arraigadas en los territorios de origen de las antiguas cajas de ahorro.
Cisma en la AEB
Ya en su momento, la patronales presionaron para que el Ejecutivo rebajara el listón de ingresos a un nivel de entre 300 y 400 millones, lo que provocó un cisma en el seno de la Asociación Española de Banca (AEB), a la que pertenece ING y Deutsche Bank, entre otras entidades que quedaron excluidas del gravamen.
Entre los bancos, según fuentes financieras, existe la expectativa de que el Gobierno diseñe el nuevo gravamen de tal modo que se reparta entre todo el sector, eliminando las “distorsiones de competencia”. “Con esta premisa, sería menos recurrible”, admite un alto directivo de uno de los grandes bancos.
Otra de las peticiones del sector al Gobierno que está encima de la mesa de negociaciones tiene que ver con que el impuesto permanente se pueda deducir como gasto. Las patronales bancarias ya intentaron esta vía en la fase de negociación en el Congreso del gravamen temporal. De esta forma, cada banco rebajaría la base imponible del Impuesto de Sociedades, que en el sector bancario es del 30%.
A contracorriente del BCE
El Gobierno ideó un impuesto extraordinario a la banca por las subidas de tipos de interés por parte del BCE. Pero, como temían los bancos y desde el BCE y el Banco de España, el Gobierno ya trabaja para convertirlo en permanente cuando el debate se centra en cuándo iniciarán los bancos centrales las rebajas del precio oficial del dinero. Todas las entidades y las patronales AEB y Ceca han recurrido ante la Audiencia Nacional el impuesto, cuya resolución se espera que tardará años.
El impacto del impuesto fue uno de los temas que trató la semana pasada Claudia Buch, jefa de supervisión del BCE, en su reunión a puerta cerrada en la sede del Banco de España con los principales banqueros del país. El Eurobanco es probable que emita una nueva opinión no vinculante cuando el impuesto se convierta por ley en perpetuo.
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