Banca

Guindos salva a Sareb y a la banca: no hará falta aportar más capital

El ministro de Economía ha anunciado hoy en el Consejo de Ministros una medida que reducirá las pérdidas del banco malo y le permite cargar el deterioro de sus activos contra patrimonio y no contra las cuentas ni los recursos propios.

El Gobierno da un respiro a Sareb y sus accionistas, el Frob y los grandes bancos españoles (salvo BBVA). El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha anunciado hoy en el Consejo de Ministros una medida técnica y compleja, pero de gran importancia: Sareb ya no tendrá que cargar el deterioro de sus activos contra resultados ni contra recursos propios, y podrá hacerlo contra patrimonio.

Esta decisión se incluye dentro de un real decreto de medidas financieras en la que también se acuerda prolongar durante dos años el plazo para vender Bankia y BMN; y se aprueba un préstamo de más de 5.000 millones al fondo de rescate europeo hasta que las entidades españolas hagan todas sus aportaciones.

La cuestión de Sareb es vital tanto para el banco malo como sus accionistas. Desde que hace un año se aprobó su nueva circular contable, esta sociedad presidida por Jaime Echegoyen ha multiplicado sus pérdidas para poner en valor de mercado los activos de baja calidad que le traspasaron las cajas rescatadas.

Eso le obligó a consumir su capital a final de 2015 y dos tercios de la deuda subordinada que aportaron sus accionistas.

Plan estratégico

Con la medida hoy anunciada por Guindos se pone freno a esta situación. Primero porque Sareb no tendrá que llevar a provisiones el deterioro que sufran sus activos. Con ello, esta sociedad se acercará a su objetivo de entrar en beneficios en 2017. Es un objetivo ambicioso, ya que cuenta con una base de gastos entre plataforma, gestores y pago de intereses de su deuda de 1.200 millones fijos por año.

En lugar de contra provisiones, este deterioro irá contra patrimonio, dentro de una nueva cuenta en su balance. En caso de que Sareb tenga beneficios, tendrá que destinarlo a sanear esta cuenta. Al ser una inmobiliaria, en caso de entrar en patrimonio negativo no incurriría en causa de disolución.

Al ir tampoco contra recursos propios, Sareb evitaría la temida ampliación de capital que preocupaba a muchos accionistas, en especial al fondo público Frob.

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