BBVA pone cifras al descalabro en Turquía. La hiperinflación en el país otomano le costó 1.300 millones del beneficio en los nueve primeros meses del año al grupo, que aplica la contabilidad por la crisis de precios con efectos desde enero. Onur Genç, el principal valedor de reforzar la posición de BBVA en su país de origen frente a la fusión con Sabadell, reclama tiempo para rentabilizar la inversión, que supera los 8.000 millones desde 2011.
En países con hiperinflación, la regulación contable internacional recoge un cálculo especial, establecido en la norma 29. Se trata de una reexpresión de los estados financieros con el objetivo de mostrarlos con una información más fiel en situaciones de escalada de precios y desplome de la divisa local, como es el caso de Turquía. BBVA ya vivió episodios similares años atrás en Argentina y Venezuela.
El banco ha invertido más de 8.000 millones en Turquía desde 2011. Desembarcó en el país con la compra de un 25,01% de Garanti a Dogus y General Electric. Y desde entonces ha aumentado su participación hasta hacerse con el 86% este mismo año, cuando lanzó una opa voluntaria sobre las acciones que no controlaba.
"Si se reduce la inflación, que es nuestro escenario base para este y los próximos ejercicios, los beneficios serían mayores. Sin la contabilidad hiperinflacionista los 300 millones de beneficio en Turquía habrían sido 1.600 millones. Hay que darle un poco de tiempo. Si el potencial del país se materializa, creemos que será una magnífica inversión", defendió este viernes Genç en rueda de prensa. El consejero delegado evitó calificar como "error" la opa lanzada a finales de 2021 en un momento complejo para la economía turca: combinación de precios desbocados con bajo crecimiento.
Y eso que BBVA aplicó un ajuste menor en la filial turca por la hiperinflación en el tercer trimestre, lo que mejoró su aportación al grupo con 336 millones, el 6% del total de las ganancias. En la primera mitad del año la contribución fue inferior al 2%. Garanti venía aportando al grupo alrededor del 14% antes de aplicar la contabilidad por la crisis de precios.
BBVA avisa de un entorno "altamente inestable" en Turquía
La inflación en el país sigue de momento sin control. Cerró septiembre, el último dato disponible, en el 83,5% y alcanzó máximos en los últimos 24 años. BBVA prevé que la presión sobre la inflación se relaje en los próximos trimestres, aunque el papel del Banco Central de Turquía juega en su contra y ha recortado los tipos de interés en 200 puntos básicos en el último año. Y el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, mantiene su empeño en estimular el PIB con más recortes del precio del dinero pese a la inflación descontrolada y la caída de la lira turca.
"El entorno económico es altamente inestable, dada la combinación de una elevada inflación, unos tipos de interés reales muy negativos, la presión sobre la lira turca, las elevadas necesidades de financiación externa y el actual contexto global", recoge el grupo en sus cuentas del tercer trimestre sobre Turquía.
Pese al impacto de la filial otomana, el grupo BBVA logró un beneficio de 4.842 millones en los nueve primeros meses del año, un aumento del 46%. La rentabilidad sobre patrimonio tangible, conocida como Rote, se disparó al 15,7% desde el 11,7% de un año antes, muy por encima de la meta del 14% que se ha fijado para 2024.
La cúpula se resiste a revisar al alza el plan estratégico que lanzó el año pasado y advierte de que existen riesgos por la incertidumbre sobre la economía global. Aunque emplazó a finales de año para decidir al respecto. De momento, el consejero delegado de BBVA apuntó a que el beneficio de 2022 podría ser récord, ya que las ganancias hasta septiembre están en línea con el mejor año registrado por el grupo en un ejercicio completo.
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