Solución híbrida para Ibercaja. La Fundación, que controla alrededor del 88% del banco, dotará un fondo de reserva de 316 millones de euros hasta 2025, aunque mantiene el compromiso firme de salir a cotizar a Bolsa "una vez que las condiciones de mercado sean más propicias", según ha anunciado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Como adelantó Vozpópuli, Ibercaja había acelerado en su plan B para saltar al parqué, que pasaba por la constitución de un fondo de reserva pero sin la presión de un límite temporal por la alta volatilidad del mercado. El Banco de España ya ha dado luz verde a este plan, que tendrá más plazo del previsto, ya que se negociaba hasta 2023 ó 2024.
De esta forma, la entidad ya no tendrá que saltar al parqué antes del 31 de diciembre de 2022, aunque la cúpula ve más opciones de activar la operación ahora sin límite temporal, siempre que las condiciones del mercado lo aconsejen.
Se trata de una medida a medio camino entre las dos opciones previstas en la Ley de Cajas, que obliga a las Fundaciones de las antiguas cajas a dotar un fondo de reserva o salir a Bolsa para reducir su peso en el capital por debajo del 50%. "La habilitación de esta alternativa, también contemplada en la normativa, facilitará que, a partir de ahora, la salida a Bolsa se ejecute en la coyuntura de mercado más propicia, sin el condicionante ya del plazo", ha defendido la entidad.
El plan financiero de la Fundación al que ha dado el visto bueno el Banco de España contempla la creación de un fondo de reserva para hacer frente a situaciones de crisis equivalente al 1,75% de los activos ponderados por riesgo del banco. Con datos a cierre de 2021, supondría la dotación de los citados 316 millones.
Para constituir el fondo de reserva, la Fundación se nutrirá íntegramente del dividendo que Ibercaja distribuya a la Fundación en los próximos años. De hecho, la entidad elevó hace unos meses el 'pay out' (porcentaje del beneficio destinado a dividendo) del 50% al 65% para facilitar a la Fundación crear dicho fondo, que ingresó casi cien millones en dividendo con cargo a 2021. Se descarta cualquier operación excepcional de desinversión o la aprobación de un dividendo extraordinario. En su momento, Ibercaja sondeó la venta de su negocio de seguros de vida.
El banco tenía hasta finales de 2020 para salir a cotizar, pero el Gobierno le concedió un tiempo extra de dos años por la pandemia. El equipo directivo tenía claro que si la volatilidad del mercado se mantenía, no solicitaría otra prórroga, porque se consideraba contraproducente para poder activar la operación.
Volatilidad disparada
El principal termómetro para decidir la salida a Bolsa, el índice de volatilidad VIX, se había disparado en los últimos días y llegó a rebasar los 30 puntos. Los expertos y asesores financieros desaconsejan protagonizar operaciones de salida a Bolsa o ampliaciones de capital si el conocido como índice del miedo supera la media histórica de los 20 puntos.
Ibercaja tiene listos los preparativos para culminar la operación en 24 horas cuando el momento sea oportuno. Antes de la guerra el banco se había marcado en rojo el 11 de febrero como fecha para el debut bursátil y ya se estaba preparando junto con Bolsas y Mercados Españoles (BME) el toque de campana. Fue el momento en el que la entidad estuvo más cerca de culminar su estreno bursátil. Ahora, Ibercaja se ha quitado el corsé temporal para poder afrontar una de las operaciones más importante de sus 140 años de historia.
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