Ángel Ron sigue ganándose detractores a nivel nacional e internacional. Si inicialmente fueron los accionistas mexicanos los que comenzaron a impulsar su salida de Banco Popular convenciendo a miembros del consejo de administración, esta corriente ya se ha extendido a la banca de inversión y los mercados. Hasta ahora, las grandes firmas comentaban esta posibilidad tan sólo en conversaciones informales, pero ya hay documentos firmados en los que se expresa abiertamente. Todo ello hace que Ron esté cada vez más en entredicho y que muchos le vean dejando el banco entre diciembre y enero con Emilio Saracho como sustituto.
Ayer mismo, un comentario a clientes de Alantra (antigua N+1), al que tuvo acceso Vozpópuli, apuntaba directamente a la necesidad de que salga Ron de Popular: "Nuestra visión es que el presidente debería irse ya que se trata del último responsable de los actuales problemas del banco". Los analistas de la firma van más allá y apuntan que si sigue el actual equipo gestor "Popular seguirá como un banco zombi intentando salir del paso con los problemas con una rentabilidad baja [...] y viviendo permanentemente al borde del colapso dado el déficit de capital y provisiones".
Este banco de inversión solo ve la salida de que llegue un nuevo equipo gestor y sitúe los activos problemáticos a un precio de mercado, lo que permitiría "salvar el banco y preservar la franquicia, aunque con el coste de diluir masivamente a los accionistas". Al igual que gran parte de la banca de inversión, Alantra ve complicado que el Proyecto Sunrise salga adelante.
Es decir, desde la firma dirigida por Santiago Eguidazu no ven ninguna salida positiva para los actuales accionistas del banco, ya de por sí castigados con una caída en bolsa de más del 95% desde el pico alcanzado en 2012. Y lo que es peor, después de dos ampliaciones de capital en las que han mantenido su apoyo al actual equipo gestor. Este desplome ha hecho que muchos de los accionistas históricos y consejeros se replanteen su apoyo a Ron.
Ron agradeció ayer a sus empleados la "fidelidad" en un acto multitudinario en el Teatro Real de Madrid
No es el primer banco de inversión que habla de un posible déficit de capital en Banco Popular a pesar de los 2.500 millones captados de sus accionistas en junio. Lo más llamativo es que hace dos días lo hizo Credit Suisse, uno de las entidades que habría suscrito un compromiso para invertir en el banco malo de la entidad. El grupo suizo considera que la creación de la sociedad inmobiliaria podría dejar un agujero de más de 2.000 millones a la entidad presidida por Ron.
Estos dos informes se suman al también reciente de Bank of America, en el que la entidad estadounidense veía déficit de provisiones y señalaban que la creación del banco malo no era la solución para el grupo.
Pero no todo son críticas, ayer publicó un informe positivo Renta 4, en el que exponían que Popular "es una historia de recuperación de la credibilidad en un escenario donde el riesgo de ejecución del plan estratégico, principalmente por el lado de la reducción de activos problemáticos, está poniendo presión en la cotización".
Baño de masas
Mientras las críticas crecen en los mercados, Ron presidió ayer un evento para empleados, empresarios y políticos en el Teatro Real de Madrid, que fue cerrado para la ocasión. Todo el mundo esperaba algún tipo de mensaje del presidente de Popular en relación a todos los rumores de los últimos días.
Ron se limitó a dar las gracias a los empleados por la fidelidad "en momentos tan complicados del sector" y a defender el mercado de pymes, en el que Popular es líder en España. Y también es el factor que le convierte en posible objetivo de operaciones corporativas.
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