Banca

La banca recurrirá a la CNMC para forzar a ING a pagar el 'impuestazo'

Las entidades se guardan otro 'as' en la manga en caso de que el BCE no emita una opinión contundente sobre el nuevo gravamen para repartirlo entre más entidades.

La banca se guarda un 'as' en la manga para obligar a ING y otros bancos extranjeros a pagar el 'impuestazo'. Las entidades tienen un plan B encima de la mesa para repartir el nuevo gravamen: pedir la intermediación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). De esta forma, meterían más presión al Gobierno para rebajar el listón de ingresos que deja fuera al 20% del sector, según trasladan fuentes financieras a Vozpópuli.

La estrategia de las patronales bancarias para abrir un frente en la CNMC dependerá de la opinión del Banco Central Europeo (BCE). El 'impuestazo' lleva en el buzón de Francfort desde finales de septiembre y ahora se dará al menos un mes para escrutar el nuevo gravamen, que puede chocar con la normativa bancaria. Si el supervisor único emite una opinión tibia, el sector activaría la vía de la CNMC, como señalan un alto directivo próximo a las patronales.

Entre las entidades hay discrepancias sobre si el BCE tendrá o no un pronunciamiento severo contra el 'impuestazo'. Fuentes próximas a los supervisores explican que tiene poco margen de maniobra, ya que el principal argumento para forzar una corrección sería por una advertencia sobre la estabilidad financiera, que en la era de tipos alto puede perder fuerza por los cuantiosos beneficios que se esperan en el sector. Pero otras fuentes cercanas a los grandes bancos creen que el organismo con sede en Francfort dará un varapalo al Gobierno, como ya hizo con Lituania en 2019.

En cualquier caso, una opinión de la CNMC, al igual que la del BCE, no sería vinculante, aunque reforzaría a los bancos para litigar por el impuesto. De hecho, se descuenta que un informe del organismo de la Competencia sería favorable si no cambia la redacción de la actual proposición de ley.

Otras fuentes financieras indican que las patronales pueden darse más tiempo y no activar la vía ante la CNMC hasta que se abone el primer tramo del impuesto, previsto para febrero de 2023. En este momento, el informe de Competencia serviría para reforzar la batalla legal.

La banca ve el impuesto distorsionado de la competencia

"Me parece distosionador. ¿Vamos a dejar que los famosos fondos buitres sean más competitivos que la banca española para financiar a las empresas porque no tienen este gravamen?", protestó Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, quien también apuntó a que existen pequeñas entidades que tienen un rol relevante en determinadas geografías.

La proposición de ley registrada por el Grupo Socialista y Podemos en el Congreso fija un listón de 800 millones de euros sobre la base de ingresos por intereses y por las comisiones en la venta de productos financieros. El texto recoge 2019 como la fecha de referencia, el último ejercicio pre Covid. Las patronales presionan para que el Ejecutivo rebaje este listón a un nivel de entre 300 y 400 millones, como publicó este medio.

Con la redacción actual quedarían fuera del perímetro del nuevo gravamen bancos extranjeros como ING y Deutsche Bank, que ingresaron entre 700 y 500 millones por su actividad en España en 2019.

Las patronales bancarias están echando el resto para tratar de 'convencer' al Gobierno, más aún después de que Nadia Calviña, vicepresidenta económica, se abriera a corregir el nuevo gravamen para evitar un choque frontal con el Banco Central Europeo (BCE). Las conversaciones se están canalizando a través del Ministerio de Asuntos Económicos, pero el plan pasa por que sean los socios del Gobierno, PSOE y Podemos, los que introduzcan cambios en la fase de enmiendas abierta en el Congreso.

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