Movimientos para preparar la venta del cuarto banco más grande de Portugal. El fondo de capital riesgo Lone Star ha empezado a sondear a los grandes bancos españoles para vender Novo Banco, la entidad a la que el Estado luso traspasó los activos sanos del extinto Espírito Santo, según distintas fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.
La intención del fondo es vender el 100% del banco por su valor en libros, cercano a los 2.000 millones de euros, aunque algunas fuentes consideran que se tendrían que rebajar las pretensiones a menos de 1.500 millones para hacer atractiva la operación.
El fondo estadounidense compró el 75% de Novo Banco en 2017. El 25% restante se reparte entre el Tesoro portugués y el Fondo de Resolución del Banco de Portugal, este último financiado por las cuotas anuales de todas entidades privadas del país. El Gobierno luso acaba de dar por concluida la reestructuración de Novo Banco después de cinco años y, por tanto, se cerrará la posibilidad de la entidad de solicitar más recursos públicos.
Novo Banco es el cuarto banco más grande de Portugal, con casi 47.000 millones de euros en activos. Declara una cuota de mercado en créditos y depósitos de más del 9%"
Se trata, de momento, de contactos preliminares iniciados por la banca de inversión. Se espera que la venta se active este mismo año o a más tardar en los primeros meses del próximo ejercicio, según fuentes financieras. En el sector se considera que CaixaBank y Santander serían las entidades en las que más encajaría Novo Banco por su tamaño. La entidad lusa tiene casi 47.000 millones de euros en activos y declara una cuota de mercado en depósitos y créditos superior al 9%.
Salto para Santander y CaixaBank
Tanto Santander como CaixaBank darían un salto considerable en el mercado luso. El primero declara un balance de 59.223 millones en Portugal, con lo que se auparía a las primeras posiciones en el ránking por activos del sector financiero portugués. El grupo presidido por Ana Botín cuenta con una cuota del 17,7% en crédito y del 13,2% en depósitos en Portugal.
CaixaBank, por su parte, opera en el país vecino a través de BPI, del que controla el 100% desde hace cinco años. La entidad tiene casi 40.000 millones de euros y una cuota de mercado superior al 11%. De lanzarse a comprar Novo Banco, las dos entidades españolas superarían en tamaño al Banco Comercial Portugués (BCP), uno de los más grandes del país.
Menos posibilidades para Bankinter y BBVA
Bankinter también tiene presencia, aunque, según las fuentes consultadas, tendría más complicado digerir una entidad tan grande. El banco liderado por María Dolores Dancausa aterrizó en Portugal en 2016 tras comprar el negocio minorista de Barclays. En el sector tampoco se considera que BBVA tenga capacidad para integrar Novo Banco, después de reducir su apuesta por el país vecino en los últimos años.
“Este debería ser el año en el que empiece la venta de Novo Banco. Lone Star lleva ya más de cinco años y como fondo de capital riesgo ha cumplido el tiempo máximo”, explican las fuentes consultadas. Este sería al menos el plan A, aunque, como recuerdan, Lone Star no descarta una salida a Bolsa si las ofertas no satisfacen sus pretensiones.
El Novo Banco nació en agosto de 2014 tras la quiebra del Banco Espírito Santo y fue recapitalizado con dinero público con 4.900 millones. Sin embargo, ha utilizado más fondos públicos para cubrir las pérdidas que emergían de los activos deteriorados y que en el último caso ascendió a más de 200 millones de euros.
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