Un arma de doble filo. El pacto hipotecario entre el Gobierno y los bancos no termina de arrancar medio año después. Las familias que piden acogerse apenas superan los miles, pero las que finalmente acaban beneficiándose son menos de un tercio. Y una de las grandes razones, según trasladan a Vozpópuli fuentes financieras, es el aviso de los bancos a los clientes más vulnerables de que pasarán al fichero de morosos y se les cerrará el grifo del crédito. Una advertencia que desincentiva recurrir al pacto pese al rally del euribor al umbral del 4%.
Nadia Calviño, vicepresidenta económica del Gobierno, forzó un pacto hipotecario a finales de 2022 ante el camino iniciado por el Banco Central Europeo (BCE) para controlar la inflación. La aspiración era llegar al millón de familias, pero desde un primer momento los bancos rebajaron el universo potencial a unos 750.000 hipotecados. José Antonio Álvarez, consejero delegado del Santander hasta este año, ya advirtió de que se podría estigmatizar a los clientes que entraran en la clasificación como morosos y se podría limitar su acceso al crédito.
En el momento de presentar el acuerdo, en noviembre de 2022, el Ministerio de Asuntos Económicos descartó que las extensiones de plazos y moratorias, entre otras medidas, supusieran una "reclasificación directa" de los créditos como morosos, que habría elevado el coste vía provisiones para las entidades. Pero la realidad es que la mayoría de los hipotecados que soliciten acogerse a las ayudas, sobre todo por el alargamiento de plazos, pasarían a ser considerados en el 'stage 3' (como se conoce en el argot financiero los dudosos) y por tanto se les excluiría automáticamente de cualquier otro tipo de financiación, como exponen desde uno de los grandes bancos del Ibex.
Las renegociaciones de condiciones no tienen por qué conllevar a una clasificación como dudoso, siempre y cuando no se pacten quitas o una dación, como recuerdan otras fuentes próximas a los bancos. Pasarían a reclasificarse bajo 'stage 3' cuando existe un incremento significativo del riesgo tras acordar un alargamiento de los plazos de devolución del préstamo.
Los más vulnerables, los perjudicados
Bajo esta categoría se incluirían a los beneficiados de dos de los tres puntos sobre los que se labró el acuerdo. Se trata de los dos primeros dirigidos a las familias vulnerables. El primero reforzaba el alivio para los hogares vulnerables cubiertos por el Código de Buenas Prácticas vigente y para rentas inferiores a 25.200 euros al año. En este caso se ofrece la rebaja del tipo de interés durante el periodo de 5 años de carencia (hasta Euribor - 0,10% desde el Euribor + 0,25 actual), y la posibilidad de hacer una segunda reestructuración de deuda y la ampliación a dos años del plazo para solicitar la dación en pago de la vivienda.
"El encarecimiento de la financiación ha hecho que la cuota hipotecaria haya crecido un 46% desde el año 2019"
También están bajo la amenaza de ser incluidos en el fichero de morosos los beneficiarios de la segunda vertiente del acuerdo, que ampliaba el ámbito de aplicación de dicho código para que aquellos hogares que no cumplen el requisito actual de incremento del esfuerzo hipotecario del 50% puedan acceder a una carencia de dos años, un tipo más favorable durante ese plazo y el alargamiento de hasta 7 años en sus préstamos.
Presión del BCE
Con la octava subida de tipos aplicada por el BCE en menos de un año, el euribor romperá la barrera del 4%. Y está por ver cuánto tiempo se mantendrá en esos niveles a la vista de que el Eurobanco promete mano dura para frenar la inflación y apunta a otra alza de cuarto de punto en julio. El encarecimiento de la financiación ha hecho que la cuota hipotecaria haya crecido un 46% desde el año 2019, según estimaciones del portal inmobiliario Idealista.
"Calviño y las patronales bancarias se reunirán el próximo 29 de junio para revisar el pacto hipotecario, con poco margen de maniobra por las elecciones del 23 de julio
La presión de los tipos en los presupuestos familiares será más agresiva a partir del verano, cuando se cumplirá un año del inicio del ciclo alcista por parte del BCE y cuando las repreciaciones de las cuotas hipotecarias recogerán casi al completo las subidas, como indican fuentes próximas a los bancos. Este será el momento clave para evaluar el pacto hipotecario, como transmiten las entidades, que en cualquier caso, insisten en que analizan caso por caso para que los hipotecados no dejen de pagar las cuotas.
Antes de la convocatoria de elecciones anticipadas el 23 de julio, el Gobierno prometió ampliar el alcance del acuerdo hipotecario, una posibilidad que se rechaza de plano entre el sector bancario, que aceptó a regañadientes que el pacto creara un nuevo código para las familias con rentas de menos de 29.400 euros.
Calviño y el sector se han citado el próximo 29 de junio para revisar el acuerdo en plena amenaza de más subidas de los tipos, pero con poco margen de maniobra para impulsar cambios antes del 23J.
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