Alta tensión entre el Sabadell y BBVA. Ambas entidades se volvieron a enzarzar ayer en público en un cruce de acusaciones en medio de la opa del grupo de La Vela, con la cúpula del banco catalán sacando la artillería pesada para defenderse del movimiento hostil. César González-Bueno, consejero delegado del Sabadell, dio un paso más en la batalla dialéctica y atacó la joya de la corona de BBVA: México.
En un foro organizado por Expansión y KPMG, repleto de banqueros y financieros, el consejero delegado del Sabadell lanzó varios dardos envenenados para demostrar que la opa del BBVA “no tiene sentido”. Pero sorprendió por encima de todos cómo calificó a su rival: “BBVA no es un banco europeo, sino de mercados emergentes”. Toda una declaración de intenciones para desdeñar la gran apuesta por México, donde el grupo de La Vela genera más del 50% del beneficio.
"BBVA no es un banco europeo. Es muy volátil. No lo digo yo, sino el propio Onur (Genç)", César González-Bueno, consejero delegado del Sabadell
Para González-Bueno, la dependencia del país azteca de su rival lo convierte en un banco “muy volátil”, que se traslada al precio de la acción e incluso a la oferta de canje, que ahora incluye un pago en efectivo correspondiente al dividendo a cuenta. “No lo digo yo, el propio Onur (Geng) dijo que el comportamiento es volátil”, ironizó el CEO del Sabadell. Es más, apuntó que la evolución en Bolsa de BBVA, que según dijo cae un 10% desde el anuncio de la opa, se mide más con Banorte, uno de los grandes grupos financieros de México.
El grupo presidido por Carlos Torres genera casi 2.900 millones en México, según las últimas cuentas semestrales. Es de largo el primer mercado de BBVA, por encima de España, cuyo peso se acerca al 33%. Incluyendo otros mercados como Colombia, Argentina o Perú, el grupo obtiene alrededor del 70% de sus beneficios en países emergentes.
Evoluciones en Bolsa
El dardo de González-Bueno se produjo además en un momento en el que las relaciones diplomáticas entre España y México no pasan por su mejor momento. El último choque entre ambos países fue en la toma de posesión de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, que no contó con representantes de las autoridades españoles por no invitar al acto a la Casa Real, un hecho sin precedentes en la historia reciente.
Por el contrario, el consejero delegado del Sabadell asimiló el comportamiento bursátil del Sabadell a Bankinter, con un aumento de la cotización, según sus cifras, del 12% desde la presentación de la oferta de compra que valora al banco catalán en unos 12.000 millones de euros. También se atrevió a sacar pecho desde su llegada en 2021: el valor en Bolsa se ha disparado de los 0,35 euros hasta los cerca de 1,9 euros actuales. “Este aumento no se debe a la opa”, rebatió ante el argumento de BBVA de que la cotización del Sabadell se acercará al precio del canje antes de que se inicie el periodo de aceptación.
“Contamos con un banco maravilloso en México. Lo que tenemos en México es único”, reivindicaba minutos antes ante el mismo auditorio Onur Genç, consejero delegado de BBVA, que defendió la joya de la corona del grupo y pidió “paciencia” sobre el nuevo rumbo que tomará Sheinbaum en política económica. “Lo mejor de México es su proximidad a Estados Unidos, uno de los mayores mercados del mundo”, puso en valor para justificar la apuesta. También esgrimió la baja penetración en el país de los servicios financieros, lo que da margen de mejora por el aumento de la demanda de crédito.
Guerra de cifras
Ambos ejecutivos se engancharon a cuenta de la cuota de pymes, que será clave para que Competencia pueda autorizar la opa. Genç restó importancia al efecto sobre el mercado de una fusión con el Sabadell al garantizar que sólo el 1,5% de las pymes trabajan con BBVA y Sabadell, según la definición de este tipo de empresas por el Banco de España. En Cataluña, limitó esta cuota al 3,6%. Y reafirmó que BBVA se lanzará a conceder unos 5.000 millones en préstamos a las pymes si triunfa la opa.
En el Sabadell recuerdan que el Popular perdió casi el 70% del crédito a empresas dos años y medio después de la compra del Santander
González-Bueno, por su parte, cuestionó estas cifras por basarse en “datos limitados” que sólo tienen en cuenta 160.000 empresas. Y rebatió que las pymes suelen trabajar con una media de cuatro bancos. “El solape de empresas para nosotros es superior al 40%”, contrarrestó el ejecutivo del Sabadell, que aprovechó para acusar a BBVA de “retrasar” el examen de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) al aportar este tipo de cifras.
En el seno del Sabadell además se pone en duda el compromiso del grupo de La Vela de conceder 5.000 millones al año a este segmento, cuando la integración del Popular en el Santander provocó una contracción del crédito. En ese momento, según estimaciones del banco catalán, el Popular perdió el 67% del crédito a empresas dos años y medio después de la compra por parte del Santander. De hecho, manejan encuestas internas en las que la mayoría de clientes, sobre todo de pymes, admiten que se irían del banco si finalmente la entidad es absorbida por BBVA.
Ambas entidades están inmersas en un cruce de declaraciones sin precedentes en los últimos años en el sector bancario, mientras esperan los veredictos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y Competencia a la operación. “Las operaciones que pueden salir bien son las amistosas”, advirtió en última instancia el consejero delegado del Sabadell.