La recompra de Altamira se atasca. Tras meses de tiras y aflojas, Banco Santander y Apollo han decidido romper negociaciones sobre el posible traspaso del 85% que el fondo norteamericano tiene en la inmobiliaria. El motivo ha sido el precio, dado que Ana Botín no está dispuesta a cubrir las expectativas de la gestora presidida por Leon Black. Apollo no baja de los 1.000 millones, mientras que la propuesta informal de Santander rondaría los 800 millones, según distintas fuentes financieras consultadas por este medio.
Salvo vuelco de última hora, todo apunta a que la estructura de capital de Altamira seguirá como hasta ahora: con un 85% en manos de Apollo y un 15% controlado por Santander. El banco español vendió la participación de control de la inmobiliaria en 2013, por 664 millones.
La intención de Santander era recomprarla para crear una firma de gestión de inmuebles líder a nivel mundial, que administrara sus activos en otros países donde la morosidad está subiendo, como Brasil. Para cerrar esta operación, Santander contrató a Citi. (LINK) La posible recompra ha estado sobre la mesa desde que Ana Botín asumió la presidencia del banco, ya que esta venta fue una de las herencias de su padre que menos le gustó.
La ve como una fórmula de captar capital mucho más cara de lo que hubiera podido obtener por otras vías. Pero sin un precio que permita a Apollo cerrar esta apuesta con buenos números lo tendrá complicado. Este cambio de estrategia coincide con que Apollo está levantado un nuevo fondo para invertir en el Sur de Europa, de más de 4.000 millones. Con lo que tiene nueva munición que gastar de aquí en adelante, y para ello tener la plataforma de Altamira le viene como anillo al dedo.
Nueva estrategia
Tras este giro en las negociaciones, Apollo ha decidido potenciar el futuro de Altamira a través de adquisiciones. La firma de gestión de los inmuebles de Santander está bien situada en dos procesos de adquisición: el de la inmobiliaria de Unicaja, GIA, donde compite con Haya Real Estate; y en el del primer banco malo creado por el Estado portugués, Oitante, que gestiona los activos problemáticos de Banif, donde también pujan Servihabitat (de TPG y CaixaBank), Hipoges y Värde Partners, el socio inmobiliario de Banco Popular.
De fructificar esta última operación, sería el primer salto internacional de Altamira, la vía ideada por Apollo para generar valor en torno a esta participada, y obtener más por su venta en el momento que decida salir.
Apollo está levantando un nuevo fondo para Europa con el que quiere hacer crecer a Altamira
El fondo de Black (una de las 150 mayores fortunas de Estados Unidos, dueño del cuadro El Grito) está volviendo a poner toda la carne en el asador en España tras un par de años menos activos. En 2013 se cerraron sus dos mayores adquisiciones en el país: Altamira y Evo Banco. Desde entonces, su actividad se había ceñido a una pequeña compra de una cartera de pisos de BMN y la cartera hipotecaria de GE Capital (General Electric) en España. Además, engordó Altamira con uno de los cuatro contratos de gestión de Sareb.
En los últimos meses, Apollo ha comprado una de las mayores carteras bancarias a la venta, el Proyecto Sun de CaixaBank, con deuda hotelera, y se espera que cierre alguna adquisición de plataforma inmobiliaria como la de Oitante o la de Unicaja.
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