Pulso entre los grandes bancos y el BCE por los depósitos. Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell se resisten a pagar por el producto tradicional de ahorro como pide el Banco Central Europeo (BCE) en su intento de enfriar la economía para atajar la crisis de precios. Los depósitos tardarán en volver al escaparate de los bancos más grandes, que se decantan por canalizar el ahorro hacia fondos de inversión y planes de pensiones, con mayores rentabilidades para los clientes pero que también generan a las entidades jugosos ingresos por las comisiones.
"Hay muchísima liquidez en el sistema. No va a haber una guerra de depósitos", afirma tajante Onur Genç, consejero delegado de BBVA, que utiliza como argumento de peso que el grupo tiene 108.000 millones que puede utilizar para pedir financiación en los mercados. BBVA declara una cuota de mercado en depósitos del 13,4% en España.
Los banqueros repelen, de momento, la presión del banco central, que desde julio ha elevado desde tipos negativos al 1,5% la facilidad de depósito, que fija el interés que las entidades de crédito reciben por sus depósitos a un día en el banco central. Antes de la última subida de tipos, Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, instaba a las entidades a mejorar la remuneración de los depósitos.
"Si ustedes son ahorradores y tienen cuentas corrientes, yo me iría lógicamente al banco a pedir remuneración por una cuenta corriente o un depósito a plazo", defendía Guindos en unas declaraciones poco comunes de los supervisores sobre la política comercial de los bancos.
El tipo medio para los depósitos de las familias se sitúa en el 0,63% para plazos de entre uno y dos años, lo que les hace perder atractivo para combatir la inflación"
Los banqueros rebaten al BCE que los depósitos les han generado pérdidas durante más de un lustro y que a partir de ahora, con la facilidad de depósito en el 1,5%, podrán cubrir los costes operativos. Según Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, dos terceras partes de los gastos se dedican a empleados para dar servicio a los clientes. “No creo que los depósitos sean ahora el mejor producto de ahorro”, asegura el consejero delegado de CaixaBank. Tras la fusión con Bankia, el banco tiene la mayor cuota de depósitos en España, que se sitúa en el 25%.
Santander es el inmediato perseguidor de CaixaBank en España en depósitos, tras el salto que dio al comprar Popular en junio de 2017. En ese momento pasó de controlar el 15% al 20% de los depósitos del sistema financiero español. Santander, a través de su filial 100% digital Openbank, ha abierto la espita para un nuevo modelo de batalla por retener la liquidez de los clientes más selectos.
Santander se prepara para un ofensiva
Aunque garantiza que tiene apetito por disputar el liderazgo de CaixaBank, considera que todavía es pronto para iniciar una ofensiva: “Seguiremos siendo tan ambiciosos como siempre cuando consideramos necesario”, garantiza José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander, que cederá el testigo al mexicano Héctor Grisi a partir de 2023.
La pelea más intensa por el pasivo se libra entre las entidades extranjeras o bancos online para arañar cuota a los bancos tradicionales. Este es el caso de Deutsche Bank, que opera con ficha bancaria en España y que ofrece hasta el 1,8% a dos años tras las sucesivas subidas de tipos del BCE. Fue la primera grande en reaccionar al cambio de paso del BCE en su política monetaria por la inflación.
WiZink acaba de elevar la remuneración por los depósitos y paga hasta el 2% TAE a 18 meses. También destacan ofertas de bancos extranjeros como el italiano Banco Progetto, que ofrece hasta el 2,7% a dos años, y el francés Younited Credit, que remunera con un interés del 3% a cinco años.
El empuje de estas ofertas no es suficiente para elevar el interés medio de los depósitos en España de forma sustancial. El tipo medio TEDR, que no incluye todos los gastos, alcanza el 0,63% para las familias, según los últimos datos del Banco de España correspondientes al mes de agosto. Una rentabilidad poco atractiva como para convertir a los depósitos en una herramienta eficaz para combatir la inflación, superior al 7% en el indicador adelantado de octubre.
La consultora Alvarez&Marsal calcula que los bancos tendrían que pagar unos 8.400 millones en depósitos y cuentas remuneradas asumiendo unas rentabilidades del 1,5%, el interés de referencia que abona el Estado por las letras del Tesoro y que serían la alternativa como producto de menor riesgo.
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