Nuevo récord de beneficios en la banca por los tipos de interés. Santander obtuvo un beneficio atribuido de 8.143 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone un 11,3% más respecto al mismo periodo de 2022. El grupo pone rumbo a cerrar el año por encima de los 10.000 millones, a pesar de pagar una factura de 224 millones por el 'impuestazo', que el Gobierno de coalición pretende hacer permanente.
Los ingresos típicos subieron un 12,9%, sobre todo por los aumentos del precio del dinero en Europa, mientras que el resultado de operaciones financieras, fruto del trading, se disparó un 77%. El margen bruto, que mide los ingresos totales, aumentó un 11,1% y compensó el coste del nuevo gravamen y la subida de las provisiones (+20,9%).
La partida de dotaciones se incrementó por el alza "previsto tras las subidas de tipos y la inflación", como concretó la entidad, que también apuntó a una normalización en las provisiones de Estados Unidos y a una mayor cobertura de la cartera hipotecaria en francos suizos en Polonia.
En línea para cumplir objetivos de 2023
"Hemos logrado otro trimestre récord. En un entorno cada vez más incierto, la fortaleza de nuestro modelo y de nuestros equipos es aún más evidente. Tengo plena confianza en que conseguiremos nuestros objetivos del 2023 basado en el impulso positivo que llevamos y que esperamos continuar en 2024", afirmó Ana Botín, presidenta del Santander, en un comunicado.
La rentabilidad sobre capital tangible, conocida como ROTE, alcanzó el 14,83%, en línea con el objetivo del año. La mora, pese al aumento de las provisiones, se contuvo en el 3,13%.
Por mercados, España se consolida como el que más beneficio aporta al grupo. El margen de interés de la filial se disparó el 68% al recoger buena parte de las subidas del precio del dinero del BCE. España aporta 1.854 millones al grupo. Estados Unidos y Brasil, donde los aumentos del precio del dinero fueron antes que en Europa, redujeron sus beneficios un 42% y un 30%, respectivamente.
Avisos por el impuesto permanente
En la rueda de prensa, Héctor Grisi, consejero delegado del Santander, ha advertido al Gobierno en funciones de que el impuesto permanente, como han pactado el PSOE y Sumar en caso de mantenerse en La Moncloa, lastrará la concesión de crédito cuando empeore el ciclo económico para los bancos. Esto es, cuando los ingresos dejen de favorecerse de una política monetaria con el precio del dinero en máximos de 22 años.
Para 2024, la entidad espera pagar alrededor de otros 224 millones, porque los ingresos típicos y las comisiones se mantendrán en niveles de este año.
"Entendemos que el Gobierno tiene que recaudar impuestos. Pero todas las empresas tienen que pagar lo mismo", reclamó el consejero delegado del Santander, que puso de manifiesto que la banca aún no logra cubrir el coste del capital.
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