Santander bate récords que se fijó antes de la crisis financiera de 2008. El grupo ha obtenido un beneficio atribuido de 11.076 millones de euros en 2023, un 15,3% más que en el año anterior. Supera por primera vez en su historia la barrera de los 10.000 millones en ganancias, una meta que se llegó a marcar Emilio Botín hace más de 15 años.
El margen de interés, que mide el negocio típico bancario, creció un 12% y los ingresos totales subieron un 10%. Las provisiones aumentaron un 19%, en un contexto de tipos altos e inflación, por la normalización en Estados Unidos y México, y la mayor cobertura de las hipotecas en francos suizos en Polonia.
“Estoy convencida de que 2024 será aún mejor para Santander, con inercia positiva en la mayoría de nuestros negocios, pese a los mayores riesgos geopolíticos y la ralentización de la economía global”, garantizó Ana Botín, presidenta del Santander.
La rentabilidad ROTE superó el objetivo del 15% para 2023, frente al 13,37% de un año antes. El grupo se fija la meta de que llegue al 16% en 2024, como anticipó Botín. También espera que los ingresos crezcan “un dígito medio” y seguir rebajando la tasa de eficiencia (del 44,1% a menos del 43%).
Más dividendo
Durante el Investor Day de hace un año, Santander subió del 40% al 50% su objetivo de pay out (la proporción de los beneficios distribuidos a los accionistas). La remuneración a cuenta de los resultados de 2023 ha superado los 2.600 millones de euros.
Si se aplicase el mismo pay out para el segundo dividendo a cargo de los resultados de 2023 , el pago total en efectivo por acción sería aproximadamente un 50% superior al del ejercicio anterior, y la cantidad destinada a los accionistas (dividendo en efectivo y recompra de acciones) sería de 5.500 millones.
Menos beneficio en Brasil y Estados Unidos
Por geografías, Brasil y Estados Unidos redujeron beneficios, un 24,5% y un 48%, respectivamente. En el primer caso, los ingresos totales subieron un 1,5%, que no lograron compensar el aumento de los gastos (+8,3%) y de las provisiones (+6,4%). En Estados Unidos, el margen de interés se redujo un 6,5% y las dotaciones se dispararon un 49% en un contexto que combina elevada inflación y tipos.
En España, el beneficio creció un 52%, sobre todo por el impulso de las subidas del precio del dinero del BCE. Los ingresos típicos se dispararon un 46%, que compensaron de largo la caída del 4,2% de las comisiones y el aumento de los gastos de casi el 6%.
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