Ser uno de los mayores grupos financieros del mundo tiene sus ventajas e inconvenientes. Entre estos últimos, que ha de hacer frente a guerras judiciales. En el caso de Banco Santander, las batallas por cuestiones fiscales y demandas de clientes han provocado que la entidad presidida por Ana Botín acumule provisiones por valor de 2.994 millones, el mayor nivel de los últimos años. En 2016, esta cifra se ha elevado en casi 420 millones.
El banco español detalla cargos durante 2016 de casi 600 millones en Brasil (201 millones por contingencias civiles y 395 por reclamaciones laborales) y 137 millones en Reino Unido por provisiones para compensar a clientes, amortiguados parcialmente con el colchón constituido en los últimos años.
Solo por cuestiones fiscales, Santander enumera 14 procesos, de las que doce se libran en Brasil, uno en EEUU y otro en España, donde acaba de perder el penúltimo asalto en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), a finales de 2016.
Los últimos días del año pasado también depararon una mala noticia en el frente norteamericano, donde todo apuntaba a que Santander Holdings USA se impondría en una disputa procedente de Sovereign, sobre la que un juez de distrito le dio la razón en 2015 por una deducción de doble imposición. Sin embargo, el Gobierno norteamericano recurrió “y el 16 de diciembre de 2016 la Corte de Apelación ha revocado la sentencia”.
Clientes británicos
En Reino Unido, el golpe ha llegado “por las reclamaciones asociadas a la venta de determinados productos financieros”, los conocidos como PPI (seguros de protección de pagos). Reino Unido decidió el año pasado ampliar el plazo para presentar quejas por estos productos (hasta este trimestre) , por lo que Santander tuvo que provisionar otros 137 millones, que se sumaron a los 600 millones de 2015.
El banco de los Botín también tiene demandas por derivados sobre acciones de Colonial, por reclamaciones laborales en Brasil, productos mal vendidos en ese país e inversiones en Lehman Brothers y Madoff.
Dos procesos ganados en Brasil y Portugal en los dos últimos años han supuesto un alivio de 2.300 millones para Santander
A pesar de las numerosas demandas por impuestos que la entidad tiene en Brasil, el mayor impacto de los últimos fue positivo, en 2015, cuando el Supremo carioca le dio la razón en una disputa de 800 millones.
Otra buena noticia ha sido su victoria frente a Portugal por unos contratos de derivados por valor de 1.500 millones de euros. Santander ganó en un tribunal londinense el pasado mes de diciembre, decisión que ha sido recurrida ante el Tribunal Supremo británico.
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