Los chinos se han convertido en el gran dolor de cabeza del Sepblac y la banca en los últimos meses. Los últimos análisis llevados a cabo por el Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales de Infracciones Monetarias han arrojado conclusiones preocupantes: un elevado número de operaciones sospechosas entre clientes originarios del gigante asiático, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.
Por ello, el organismo dependiente del Ministerio de Economía ha llamado a capítulo a las principales entidades españoles, en reuniones individuales y sectoriales, para pedir que extremen la vigilancia a cualquier usuario procedente de China.
Las alarmas saltaron con unos estudios realizados por el Sepblac sobre movimientos de efectivo en las sucursales bancarias españolas. En los mismos, se detectaron extracciones e ingresos sospechosos, que han levantado la voz de alarma entre los expertos antiblanqueo gubernamentales.
Según los últimos datos oficiales, hay en torno a 200.000 ciudadanos chinos actualmente en España. La mayor parte de esta población está centrada en los negocios de alimentación y los grandes establecimientos de venta de todo tipo de productos. Este colectivo se caracteriza por el manejo de abundante efectivo y el envío de grandes remesas a su país de origen. Pero a esta nacionalidad también se le asocia con el contrabando.
El mayor símbolo
En este contexto, el banco chino ICBC se ha convertido en el mayor símbolo de lo que ha sido el desembarco de estos ciudadanos en España y las presuntas malas prácticas de blanqueo de capitales. Esta entidad, la mayor del mundo por clientes y activos gestionados, consiguió licencia bancaria en 2010 y abrió su primera oficina un año después, en Madrid.
Tras un lustro de actividad en nuestro país, la Guardia Civil, a través de su unidad especializada UCO, y la Fiscalía Anticorrupción dirigieron una operación contra ICBC en febrero de este año que se materializó en el registro de su sede en Madrid y la detención de sus principales directivos. La investigación puso sobre la mesa que la entidad financiera blanqueaba el dinero procedente del contrabando realizado por la mafia china instalada en España.
Según los últimos datos de la patronal bancaria, la AEB, ICBC mantenía un negocio de 583 millones en créditos a clientes y un pasivo de 800 millones de euros, de los que 119 millones son depósitos de clientes.
El blanqueo de capitales de ciudadanos chinos ha impulsado dos grandes operaciones policiales: IBCC y Cobo Calleja
Al margen de sus negocios de alimentación y distribución, la Península Ibérica se ha convertido en objetivo de los grandes inversores asiáticos y de sus entidades financieras. Ya han comprado negocios de seguros en Portugal (Fidelidade) y suenan como uno de los principales candidatos a quedarse el banco nacionalizado Novo Banco. También están interesados en el negocio inmobiliario (compraron el edificio España, que están en proceso de traspasar), el hotelero (NH Hoteles) y el de servicios (Urbaser). También participan en clubes de fútbol, como el Atlético de Madrid y el Espanyol.
Junto a este colectivo, el Sepblac sigue poniendo el foco en todo lo ligado al blanqueo de capitales para financiación de terrorismo, por lo que está pidiendo a las entidades sumo cuidado en cualquier operación sospechosa.
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