Llega la temida y ansiada resolución de las cláusulas suelo. Mañana a primera hora de la mañana los bancos españoles sabrán si el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) declara nulas estas condiciones hipotecarias o las da por buenas. Están en juego entre 5.000 y 7.000 millones que podrían tener que devolver de forma extraordinaria las entidades a sus clientes.
Según banqueros consultados por este medio, esta decisión sería el golpe de gracia que muchas entidades se vieran forzadas a buscar fusiones durante la primera mitad de 2017. ¿Por qué? Las cuentas de resultados de la banca ya están muy presionadas por los bajos tipos de interés, por lo que provisiones de esta magnitud reducirían el colchón de capital a niveles cercanas al listón marcado por el Banco Central Europeo (BCE).
Los nombres que más están en mercado son los de BBVA, que afrontaría un coste extra de 1.200 millones; CaixaBank, unos 600 millones, según Goldman Sachs; Popular, con 350 millones; Liberbank, con 259 millones; Sabadell, que no ha cuantificado el impacto. Pero donde más se fijaría el mercado es en aquellos grupos que ya están en el punto de mira de una posible operación corporativa, como el banco presidido por Ángel Ron.
Más allá de los grupos que cotizan en bolsa, todos los ojos se pondrían sobre los bancos medianos procedentes de las antiguas cajas. Los Unicaja, Kutxabank (Cajasur), Abanca, Cajamar e Ibercaja, cinco de los siete enanitos, como se conoce entre los banqueros a los grupos medianos, junto a Liberbank y Bankinter. A menos escala, el impacto de la retroactividad total de las cláusulas suelo sería más difícilmente digerible.
Confianza relativa
Pero hasta que se conozca el fallo del Tribunal de Luxemburgo estas quinielas son inútiles. En los últimos meses siempre ha habido confianza entre los bancos hacia la sentencia, dado que el Abogado de la UE se posicionó de su lado. Pero ahora temen un vuelco de última hora, principalmente por uno de los ponentes, de origen letón, tiene mala fama en el sector financiero.
Desde AFI apuntan que incluso en caso de sentencia en contra de la banca “caben varias matizaciones”.” En primer lugar, aplicando el principio legal de cosa juzgada no sería posible reabrir el procedimiento judicial para aplicar la retroactividad. En segundo lugar, hay que tener en cuenta que la mayoría de las entidades han llevado a cabo renegociaciones con los clientes para eliminar las cláusulas suelo, con lo cual se reduciría el impacto estimado”, explican desde la consultora.
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