Banca

Unicaja pone a la venta una cartera de inmuebles adjudicados de más de 200 millones

El proyecto Leónidas, como se ha bautizado la operación, supone el 10% de los activos adjudicados inmobiliarios que la entidad tiene en balance. Prepara otra cartera de hipotecas fallidas.

Unicaja acelera en la limpieza de balance tras la fusión con Liberbank. La entidad ha puesto en venta una cartera de activos adjudicados de más de 200 millones de euros, sobre todo de viviendas que la entidad ha tenido que ejecutar por el impago de la hipoteca, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli. Se trata del mayor paquete de inmuebles que saca al mercado el banco desde que selló su integración con Liberbank en julio de 2021.

El volumen de la cartera, bautizada como Proyecto Leónidas, supone el 10% del total de adjudicados inmobiliarios que tiene el banco en balance. Fuentes oficiales de Unicaja prefirieron no hacer comentarios al respecto. La cartera de REO, como se conoce en el argot financiero a los activos adjudicados tras un proceso de ejecución hipotecaria, también incluye algunos inmuebles comerciales. El banco ya ha dado el mandato a un banco de inversión, que ya ha contacto con potenciales compradores.

Unicaja tiene casi 2.000 millones en activos adjudicados a junio de este año, según las últimas cuentas publicadas. Es un nivel un 17% inferior al mismo periodo de 2021, justo antes de que se cerrara la fusión legal con Liberbank.

Los activos improductivos, sumando adjudicados y el saldo de dudosos, ascienden a 3.905 millones. El nivel de cobertura de los REO supera el 63%, más de siete puntos porcentuales que hace un año. En el caso de los improductivos se eleva al 64%, frente al 58,8% de junio de 2021.

Estas coberturas, en línea con la media de los grandes bancos, facilitan este tipo de operaciones, ya que las entidades pueden evacuar estos activos dañados con grandes descuentos sin afrontar casi minusvalías. Tras la integración con Liberbank, el nuevo Unicaja tenía previsto hacer unos 400 millones de euros en provisiones adicionales para cubrir el riesgo de préstamos dudosos y activos adjudicados, y así acelerar la limpieza del balance.

Estas provisiones, al igual que el coste por el recorte de 1.513 empleados y el cierre de casi 400 oficinas, se cubrieron con el fondo de comercio negativo, conocido como badwill, que generó la operación por comprar Liberbank por debajo de su valor en libros. Este beneficio contable finalmente fue de unos 1.300 millones.

El banco se desprendió en pleno agosto de una cartera de crédito fallido a pymes y particulares con un valor de más de 300 millones. El proyecto denominado Vector se adjudicó a Axactor, que está muy activo en la compra de este tipo de carteras de activos 'tóxicos'.

Pero el equipo directivo de Unicaja quiere aprovechar el cierre del año para limpiar el balance y prepara otra cartera de hipotecas con garantías, según fuentes del mercado. Los bancos suelen acelerar en la venta de activos dudosos y adjudicados antes de cerrar el ejercicio.

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