Nueva era en Unicaja. El banco designó ayer a Isidro Rubiales, mano derecha del presidente, Manuel Azuaga, como nuevo consejero delegado. El nombramiento estaba pactado desde hace tiempo entre los principales accionistas y el Banco Central Europeo (BCE), como publicó este medio. Pero Unicaja escenificó un proceso de selección entre varios candidatos para contentar al supervisor.
Entre otros, la firma de cazatalentos Spencer Stuart contactó a banqueros de prestigio como José Sevilla (exconsejero delegado de Bankia) y Rami Aboukhair (exmáximo ejecutivo de Santander en España), según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.
"Aboukhair rechazó participar en el proceso de selección y Sevilla desconfiaba al darse por sentado que los principales accionistas apoyarían a Rubiales
Sin ir más lejos, Sevilla llegó junto a Rubiales a la votación final de este lunes, en la que el consejo formalizó el apoyo a la mano derecha de Azuaga. Pero en el seno del banco era conocido que el proceso de selección no era más que un "formalismo jurídico", como constatan fuentes internas de Unicaja.
“La búsqueda de candidatos se debió a la necesidad de contentar al BCE, haciendo ver que ha habido un proceso de selección riguroso”, admiten fuentes próximas al banco.
Dudas sobre la pureza del proceso
Aboukhair rechazó la propuesta para hacerse con las riendas de Unicaja al dudar de la ‘pureza’ del proceso de selección, según fuentes conocedoras. Una sensación que también compartió el exconsejero delegado de Bankia, a pesar de que llegó como candidato formal hasta el final. Fuentes cercanas a Sevilla reconocen que la elección de un consejero delegado de la casa era un secreto a voces y sugieren que se ha utilizado el nombre de otros banqueros externos para ‘validar’ el proceso.
Rubiales es el consejero delegado electo, pero no será hasta septiembre u octubre cuando tome las riendas de Unicaja. En ese momento se espera que el BCE valide definitivamente el nombramiento. Una de las primeras decisiones será pedir al supervisor autorización para hacer una recompra de acciones por un importe de 100 millones de euros.
Otro ERE
También está sobre la mesa preparar otro Expediente de Regulación de Empleo (ERE), como dejó abierto la entidad hace meses. Fuentes de la banca de inversión estiman que a Unicaja le sobran alrededor de 200 oficinas, el 20% de la red actual, y tendría que adelgazar su plantilla en unos 500-600 empleados, el 7% de la fuerza laboral a junio de este año. En diciembre de 2021, tras la integración con Liberbank, la entidad pactó un ERE para la salida de hasta 1.513 trabajadores y echar el cierre a casi 400 sucursales.
Manuel Menéndez, que acordó su salida amistosa, permanecerá en el consejo hasta la designación efectiva de Rubiales. En ese momento, entrará en vigor el nuevo modelo de gobernanza pactado con Fráncfort y que contempla que Azuaga se convierta en presidente institucional.
Está previsto que se mantenga en el consejo hasta abril del 2025, cuando expira su elección como miembro del máximo órgano en la junta del año pasado. No se descarta, según algunas fuentes financieras, que Azuaga retenga algún tipo de función ejecutiva.
Pasar página
Rubiales era el candidato de la Fundación Unicaja, el máximo accionista del banco, con un 30,2% del capital social. El resto de grandes accionistas ha avalado al nuevo consejero delegado como señal al mercado de que se pone fin a la guerra interna por el poder tras la fusión con Liberbank.
“Se quiere pasar página”, indican fuentes internas de Unicaja. De hecho, la entidad espera relajar las provisiones como estrategia para sacar brillo a la cuenta coincidiendo con el desembarco de Rubiales, como señalan las fuentes.
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