España afronta el creciente temor a otra crisis financiera con uno de los niveles de deuda más elevados de la Unión Europea, superiores a los que tenía en 2019, antes de las crisis sanitaria e inflacionista. La deuda del conjunto de las administraciones públicas cerró el 2022 en el 113,1% del Producto Interior Bruto (PIB), todavía 17,6 puntos por encima del nivel precovid (95,5% a cierre de 2019).
Aunque la senda es decreciente en la mayor parte de los escenarios (en todos salvo si la política fiscal es neutra) del Banco de España (BdE), la aparición de una nueva crisis amenaza con llevar la deuda pública al 150%, la misma que tiene ya a día de hoy Italia y más próxima a la de Grecia (180%), que encabeza la lista.
El supervisor bancario calcula, en base al histórico de las recesiones del pasado (1995-2021), que la deuda pública experimentaría un aumento de 39,3 puntos porcentuales si se produjese una "crisis económica promedio". Se considera una crisis económica un período en el que hay al menos un año de crecimiento negativo del PIB real durante una ventana temporal de cinco años.
En consecuencia, el banco central nacional avisa de que convendría reducir la deuda en esa misma medida (39,3 puntos porcentuales, hasta el 74%) antes de la siguiente crisis para que ésta no deje la situación peor tras su paso. "Necesitamos generar márgenes de seguridad para que la deuda no aumente por encima de determinados niveles", apuntan desde el BdE.
Según sus estimaciones, en el conjunto de la Eurozona después de cada crisis la deuda aumenta, de media, en 20,2 puntos porcentuales de PIB; en Alemania, 9,5 puntos; en Francia, 21,1 puntos; y en Italia, 19,9 puntos. Es decir, que el impacto de una crisis económica en los niveles de deuda pública es mayor en España que en las principales economías de la UE y, por consiguiente, también es mayor el margen que necesita nuestro país para afrontar la próxima recesión.
Más allá del impacto de una futura crisis, hasta ahora los escenarios de deuda que contempla el Banco de España para nuestro país marcan un descenso por debajo del 100% en los próximos 15 años, aunque la magnitud y la rapidez de esa reducción (que se recorte en 20 o en 30 puntos porcentuales en ese período) dependerá de las medidas que se tomen (por ejemplo, si se cumple el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y, además, se llevan a cabo reformas).
Regreso de las reglas fiscales
Los Estados de la UE acordaron este martes las líneas maestras de las futuras reglas de control del déficit y la deuda, que llevan tres años suspendidas. En la propuesta de reforma se prevé dar más margen a los Gobiernos para fijar sus sendas de ajuste y para acometer ciertas inversiones, manteniendo los límites actuales (déficit en el 3% del PIB y deuda en el 60%).
El pasado mes de noviembre, cuando la Comisión Europea puso a funcionar la maquinaria de las futuras nuevas reglas fiscales y tras la misión de 'vigilancia' que llevó a cabo en nuestro país a finales de septiembre, Bruselas admitió su "preocupación" por la tendencia de la deuda española en el medio plazo.
En su informe detallaba que no sólo se mantendrá en niveles elevados respecto al límite establecido del 60%, sino que volverá a la senda ascendente en 2029 si no se adoptan medidas adicionales, un asunto del que ya había alertado la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) y también el Banco de España (BdE).
Los ministros de Economía y Finanzas de los Veintisiete plasmaron esta semana los puntos de consenso del nuevo marco en unas conclusiones que servirán de base para que la Comisión Europea presente en las próximas semanas -tras meses de debates preliminares- una propuesta legislativa formal para reformar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, dando así el pistoletazo de salida a las negociaciones definitivas.
Sin embargo, Alemania complicó el consenso al manifestar su descontento con las directrices que la Comisión Europea ha dado a los países para elaborar los presupuestos del año que viene. En 2024 volverán a aplicarse las normas fiscales tras cuatro años suspendidas por la pandemia y la guerra, pero habrá un periodo de transición entre esa suspensión de las anteriores normas y la aplicación de las nuevas, ya en 2026.
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