El Banco de España (BdE) propone un pacto de rentas 'flexible' para los hogares y empresas más afectados por la crisis energética agravada con la guerra en Ucrania. En los últimos días se ha elevado la tensión entre los sindicatos y el Gobierno ante la falta de acuerdo sobre este asunto. El Ejecutivo, igual que el propio BdE, reclama que los trabajadores hagan un esfuerzo por contener las subidas salariales, mientras que las empresas también reducen sus márgenes para evitar una espiral inflacionista.
Sin embargo, "a la hora de determinar las características concretas del pacto de rentas, se debe atender al impacto asimétrico de las perturbaciones actuales entre trabajadores, empresas y sectores", ha destacado el gobernador del BdE, Pablo Hernández de Cos, este martes durante su intervención en la Universidad de Sevilla.
Por tanto, "se debe combinar la necesaria coordinación a escala nacional con mecanismos que permitan adaptar el acuerdo a las diferencias de productividad y actividad que existen entre empresas y sectores". De igual modo, "si hay segmentos de los hogares cuyas condiciones de vida se ven particularmente afectadas de forma adversa por el encarecimiento de la energía, resulta lógico que el pacto de rentas alivie la merma de recursos de estos agentes", ha añadido Hernández de Cos.
En definitiva, para el Banco de España, estas consideraciones se traducen en la necesidad de que un eventual pacto de rentas "evite adoptar medidas de aplicación excesivamente general, que resultarían demasiado rígidas para algunos segmentos de agentes".
Este pacto de rentas parece estar produciéndose 'de facto' (los aumentos salariales pactados para 2022 en los convenios colectivos se sitúan en el 2,4%) por el hecho de que la mayor parte de los convenios se negociaron en los últimos dos años (con una inflación muy diferente) y deben actualizarse en los próximos meses, un riesgo del que también ha alertado el gobernador en su discurso. "Este mecanismo de estabilización está dando signos de agotamiento. Por ello considero que se requieren actuaciones explícitas", ha alertado.
Rechaza fórmulas de indexación al IPC
El gobernador del Banco de España también ha abogado por evitar fórmulas de indiciación automática de los salarios a la inflación pasada o de cláusulas de salvaguardia. "El objetivo es, precisamente, reducir el riesgo de que se desencadene una realimentación entre los incrementos de los salarios y los de los precios", ha recordado.
El BdE cree que todos los agentes deberían participar en este pacto, también los pensionistas, a los que el Gobierno se opone a 'sacrificar', indexando sus prestaciones al IPC. Sobre las cláusulas de salvaguarda, que también actualizan los salarios en función de lo que marque la inflación, los sindicatos ya han expresado su intención de incluirlas en el mayor número de convenios posible. Una idea que el Banco de España -y, en este caso, también el Ejecutivo- rechaza.
Hernández de Cos ha expresado su preocupación por el hecho de que el porcentaje de trabajadores con convenio que tiene algún tipo de cláusula de garantía salarial que relaciona los incrementos finales pactados en 2022 a la evolución de la inflación sea de un 30% y de un 50% si se analizan los que estarán activos en 2023. "De nuestra capacidad para alcanzar estos compromisos difíciles dependerá, en gran medida, la evolución de nuestra economía en los próximos años", ha sentenciado Pablo Hernández de Cos.
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