Economía

El Banco de España volverá a recortar el PIB de 2022 tras el frenazo del primer trimestre

El Banco de España avanza que la economía crecerá menos del 4,5% estimado en abril, aunque la subida media de los precios en el conjunto del año podría ser menos acusada de lo previsto gracias al tope del gas

El Banco de España (BdE) anticipa otra rebaja del crecimiento previsto en el Producto Interior Bruto (PIB) para este año tras el frenazo que sufrió la economía en el primer trimestre. En el informe anual publicado este miércoles, el supervisor advierte que, tras recortar el crecimiento previsto en nueve décimas el pasado mes de abril, hasta el 4,5%; en las previsiones que publicará el próximo mes de junio "muy probablemente" volverá a revisar a la baja la tasa de PIB de 2022.

El director general de Economía y Estadística del BdE, Ángel Gavilán, ha explicado durante la presentación del informe que esta rebaja está motivada, fundamentalmente, por la desaceleración que sufrió la actividad en el primer trimestre, más fuerte de la que esperaba el Banco de España. Entre enero y marzo, la economía apenas creció un 0,3% en términos intertrimestrales, según el Instituto Nacional de Estadística (INE); frente al 0,9% que estimó el BdE en abril.

Este mismo lunes, la Comisión Europea dio un 'tijeretazo' de 1,6 puntos al crecimiento esperado en España este año, dejándolo en el 4%. Esta es la previsión más pesimista de todos los organismos económicos. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) y el propio Gobierno han situado el repunte del PIB en el 4,3%. En cualquier caso, muy lejos del 7% que esperaba inicialmente el Ejecutivo, antes de la guerra en Ucrania, la inflación y los problemas de suministros.

Con todo, la recuperación de los niveles precrisis se alejan en el tiempo, hasta "el tramo final de 2023", según el BdE. En el primer trimestre del año, el nivel de actividad en España se situó todavía 3,4 puntos por debajo del observado antes de la pandemia, mientras que en el conjunto de la Eurozona el PIB rebasó en 4 décimas el nivel precrisis.

Mejorará la inflación media del año

Por contra, Gavilán ha destacado que esperan rebajar la tasa de inflación media prevista para el conjunto del año, que en abril elevaron hasta el 7,5% por la fuerte subida de los precios energéticos. Sin embargo, a falta de concretar el impacto en el próximo informe de junio, ahora el BdE asume que el tope al precio del gas aprobado por el Gobierno el pasado viernes tras dos meses de negociación con la Comisión Europea y Portugal reducirá la inflación general del año.

Algunos economistas ya han calculado que moderará la tasa en cerca de en un punto porcentual, tal y como publicó Vozpópuli. Sin embargo, Gavilán ha reconocido que, previsiblemente, no ocurrirá lo mismo con la inflación subyacente (que no incluye los precios energéticos y los alimentos frescos y, por tanto, es menos volátil). En las previsiones de abril, el BdE calculó que esta alcance una tasa media del 2,8% en el conjunto del año (frente al 1% previsto tres meses antes).

Sin embargo, ante las dinámicas observadas en los últimos meses, con un contagio de la subida de precios a la mayor parte de la cesta de la compra de los hogares, el BdE espera mayores presiones en la inflación subyacente, con una posible revisión al alza del 2,8% estimado en abril. Bruselas ya advirtió este lunes que la inflación subyacente se mantendrá "alta", con una tasa media que alcanzará el 3,9% en 2022 y se reducirá al 2,7% en 2023.

La brecha entre el empleo y el PIB

Asimismo, el Banco de España también ha destacado que el empleo se ha recuperado de forma más intensa que el Producto Interior Bruto, a diferencia de otras crisis. No obstante, Gavilán ha apuntado que "en términos relativos con la UE, también lo hemos hecho peor". Además, el BdE destaca la "gran heterogeneidad sectorial" del empleo, con las ramas más afectadas por las restricciones a la movilidad (como la hostelería y el ocio) más lejos de alcanzar los niveles prepandemia. También apunta que "al inicio de 2022 ha mostrado alguna señal incipiente de menor vigor".

Sobre la efectividad de la reforma laboral, el Banco de España se muestra cauto y destaca que si bien "desde la aprobación de esta norma, la contratación indefinida se ha acelerado significativamente y la contratación temporal se ha reducido, aún es pronto para poder evaluar el impacto". En su opinión, la evaluación deberá realizarse en múltiples dimensiones, como el impacto de la reforma sobre el empleo, pues "la reducción de la temporalidad podría provenir tanto de la sustitución de empleo temporal por fijo como de la destrucción de empleo temporal". 

En cualquier caso, sobre la brecha existente entre empleo y PIB, con la afiliación en niveles récord mientras la actividad aún se sitúa por debajo de 2019, el Banco de España apela a algunos aspectos que podrían explicarla, como el mantenimiento del empleo con los ERTE pese a la menor producción. Además, al ser preguntado sobre este asunto, Gavilán ha destacado que aunque no se conoce la capacidad cuantitativa de los factores que podrían justificarla, en otros países de nuestro entorno también ha ocurrido.

Finalmente, en línea con la AIReF, el Banco de España ha advertido que "aunque los ingresos públicos crecieron con fuerza en 2021 y el déficit público se redujo, este aún permanece en niveles muy elevados". En este sentido, "reforzar la sostenibilidad de las cuentas públicas españolas exigirá, una vez que se hayan superado la pandemia y los efectos económicos adversos del conflicto en Ucrania, implementar con rigor un plan de consolidación fiscal plurianual".

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