El Banco de España eleva su previsión de crecimiento para España y estima ahora que la economía avanzará un 2,8% este año, medio punto más de lo que había anticipado hace tres meses (2,3%). Se sitúa así como el organismo económico más optimista, aunque se espera que el resto sigan la misma senda de revisiones al alza.
De cumplirse, la expansión del PIB será este año tres décimas más intensa que la de 2023 (2,5%). La actualización de previsiones coincide con el aterrizaje de José Luis Escrivá como gobernador del Banco de España, hasta hace unas semanas ministro de Transformación Digital y Función Pública, y antes de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
En todo caso, las revisiones al alza por parte del Banco de España y del resto de organismos económicos vienen siendo habituales en los últimos años ante la dificultad de hacer estimaciones en un contexto de incertidumbre como el actual, según han explicado en numerosas ocasiones.
Según explica el organismo monetario, la revisión del PIB medio punto al alza se sustenta en los datos que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística (INE) en el primer semestre, cuando el empuje del turismo y el crecimiento de la población por la inmigración superaron todas las expectativas. Esto, tal y como apunta el Banco de España, tendrá un efecto arrastre positivo.
Sin embargo, el Banco de España ha señalado durante sus proyecciones el riesgo que supone otra posible prórroga presupuestaria para la confianza de los agentes económicos y, por tanto, para la evolución a corto plazo de la economía española.
"El hecho de que pueda no haber nuevos Presupuestos no resta significativamente capacidad de actuación al Gobierno, pero sí resta visibilidad sobre cuáles serán las políticas públicas y económicas en los próximos trimestres, y esa falta de visibilidad y transparencia reduce la confianza de los agentes económicos", ha comentado el director de Economía y Estadística, Ángel Gavilán, durante la presentación.
Un 2,2% en 2025 y un 1,9% en 2026
También eleva tres décimas el crecimiento del PIB en 2025 (hasta el 2,2%) y dos décimas el de 2026 (1,9%). Explica que las nuevas proyecciones contemplan unas perspectivas algo menos favorables para las importaciones y más positivas para el sector turístico, lo que conlleva una mayor aportación -si bien decreciente- de la demanda exterior neta al avance del PIB.
El Banco de España recuerda que entre los componentes de la demanda nacional, el consumo privado y la formación bruta de capital (la inversión) han sorprendido a la baja y se han desacelerado, mientras que la inversión en vivienda y el consumo público han presentado un comportamiento algo más expansivo.
Con todo, a futuro el Banco de España prevé más contribución de la demanda interna, con más empuje del consumo (fruto de una evolución favorable del empleo, los salarios y la inflación, así como del aumento de la población) y la recuperación de la inversión gracias a los fondos UE.
Por contra, anticipa una desaceleración en el ritmo de avance de las exportaciones de servicios turísticos desde las elevadas tasas observadas actualmente, lo que hará que el PIB pase de crecer un 2,8% este año al 1,9% en 2026. La contribución del sector exterior al crecimiento será de 8 décimas en 2024 -el mismo registro que en 2023- y de dos y una décima en 2025 y 2026, respectivamente.
Además, en los dos últimos años (el bienio 2025-2026), el Banco de España estima que el dinamismo de la actividad también se vería favorecido por unos tipos de interés que los mercados financieros internacionales esperan sensiblemente por debajo de los anticipados en junio.
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