A dos días de que expire la moratoria concursal vigente desde marzo de 2020, el Banco de España (BdE) alerta de que los concursos de empresas han crecido durante la pandemia incluso con este mecanismo vigente. En un informe publicado este martes sobre la evolución de la solvencia empresarial, el supervisor advierte que estos repuntes han sido especialmente intensos en algunas ramas jurídicas, como los empresarios individuales, y sectores, como la hostelería, con cifras cinco y dos veces más elevadas que las de 2019, respectivamente..
"A pesar de la moratoria concursal vigente hasta mediados de 2022, el número de concursos de acreedores de empresas ha aumentado desde el tercer trimestre de 2020, especialmente en el caso de los empresarios individuales. Los mayores aumentos de los concursos de acreedores, en comparación con los niveles prepandemia, se han concentrado en los sectores más afectados por la crisis, en particular la hostelería", introduce el BdE.
La institución destaca que los datos analizados "muestran un intenso repunte de los concursos de empresarios individuales desde la segunda mitad de 2020, que se ha prolongado en 2021, hasta alcanzar cifras casi cinco veces más elevadas que las de 2019" en el primer trimestre de 2022. En este caso, el Banco de España explica el incremento, que "se ha producido a pesar de la moratoria concursal", por los mayores incentivos que tienen las personas físicas para utilizar estos procedimientos tras la reforma de 2015 que introdujo el denominado «mecanismo de segunda oportunidad».
En el caso de las sociedades mercantiles, el número de concursos también se elevó en la segunda mitad de 2020 por encima de los niveles de 2019, "aunque de forma mucho más moderada que en el caso de los empresarios individuales, y posteriormente se redujo por debajo de las cifras anteriores a la pandemia y se situó en 1.944 concursos en 2021 para una población de cerca de 1,5 millones de sociedades", destaca. No obstante, "los datos más recientes, correspondientes al primer trimestre de 2022, evidencian un cierto repunte de los concursos de sociedades, hasta cotas similares a las de 2019".
El Banco de España también analiza las ramas de actividad que han experimentado un repunte en el número
de concursos de acreedores más intenso, que se corresponden con los sectores que han sufrido un mayor impacto por la pandemia, como la hostelería. En este sector, los concursos de acreedores han crecido un 250% respecto a 2019. Es decir, que se han duplicado respecto a los niveles precovid.
En todo caso, el BdE insiste en que esta evolución hay que valorarla en el contexto de la moratoria concursal, prorrogada durante más de dos años y que ha permitido a las empresas en situación de insolvencia sortear la declaración de este procedimiento, impidiendo también que sus acreedores lo soliciten. Algunos expertos ya están advirtiendo de que, una vez expire el próximo 30 de junio, podría producirse una avalancha de solicitudes, colapsando los Juzgados a partir de entonces.
El Banco de España ya advirtió hace más de un año de que si la moratoria concursal se alargaba en el tiempo podía contribuir a una mayor supervivencia de empresas inviables o 'zombis' que, sin medidas de sostenimiento financiero como las refinanciaciones bancarias, acabarán por desaparecer en un breve plazo de tiempo.
Marcan la cota más alta desde 2014
Los concursos de acreedores de empresas alcanzaron en mayo, en los prolegómenos del fin de la moratoria concursal, el nivel más alto de toda la pandemia y desde noviembre de 2014, tal y como informó Vozpópuli. Según las estadísticas mercantiles del Colegio de Registradores, el pasado mes se declararon 521 concursos, un 33% más que en abril. A la pandemia se han sumado este año la guerra en Ucrania, elevando los costes energéticos y acentuando los problemas de suministro, con un impacto negativo en los márgenes empresariales.
En 2021, se registraron 4.714 declaraciones concursales, frente a las 3.632 de 2019 (cuando los concursos ya estaban aumentando); es decir, un 30% más. En el primer mes de este año también se registraron un 25% más de concursos que en el mismo mes de 2019, pero la cifra fue algo inferior a la de 2020, también antes de la pandemia. En febrero y marzo los concursos siguieron creciendo hasta los 387 y 499, respectivamente. En abril, se produjo un descenso intermensual e interanual, con 391 declaraciones concursales (frente a las 470 del mismo mes de 2021). Sin embargo, el mes de mayo ha marcado un nuevo máximo.
Los beneficios empresariales cayeron en tasa intertrimestral 6.615 millones de euros, según la Contabilidad Nacional del primer trimestre del Instituto Nacional de Estadística (INE). La última encuesta sobre la actividad empresarial (EBAE) del Banco de España destaca que la facturación muestra una "notable heterogeneidad" por sectores. Mientras las ramas de servicios (hostelería, transporte y ocio) proyectan un comportamiento muy favorable en el segundo y tercer trimestre del año por la eliminación de las restricciones, la facturación se estaría reduciendo en la agricultura, la construcción y las actividades administrativas.
A la espera de la reforma concursal
El Gobierno tiene el compromiso con la Comisión Europea de que la reforma de la ley concursal esté en vigor el 30 de junio, día en que vence la moratoria. Sin embargo, está previsto que el Pleno del Congreso valide el jueves la reforma concursal y la remita al Senado, con lo que no entrará en vigor antes de que acabe el mes. Para que pueda estar vigente lo antes posible, se ha habilitado el mes de julio en el Senado y se prevé que la Cámara Alta dé luz verde a la norma en un Pleno el 19 y 20 de mes. De esta forma, entrará en vigor ya entrado el mes de agosto, pues el texto establece que lo hará a los 20 días de su publicación en el BOE.
Esta reforma contempla la introducción de la reestructuración de las deudas empresariales en una fase temprana y mejora el mecanismo de segunda oportunidad. También pretende, entre otros aspectos, agilizar los procedimientos sin que sea necesario contar con un administrador concursal. Un asunto que ha generado controversia.
El propio BdE alertó en su informe anual de que "dejar el control en manos del deudor podría conllevar riesgos de comportamientos oportunistas y problemas de riesgo moral, debido a la falta de supervisión por parte de un profesional independiente". En cualquier caso, el supervisor considera que esta reforma "podría contribuir a corregir parte de las ineficiencias que presentan los mecanismos de insolvencia actuales".
"La reestructuración temprana de las empresas debería favorecer el descenso de la alta tasa de liquidación de las empresas concursadas en España. Asimismo, los cambios introducidos podrían contribuir a reducir la duración de los procedimientos concursales -lo que redundaría en una menor congestión de los juzgados- y el coste de estos procedimientos, especialmente en el caso de las microempresas. Además, en términos generales, esta reforma podría tener efectos positivos sobre el emprendimiento empresarial, al proporcionar una cobertura a los empresarios en caso de que se produzca su insolvencia de forma sobrevenida", sentencia.
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