El Banco de España exige al Gobierno que haga un "programa creíble y suficiente de consolidación de las finanzas públicas" una vez se haya reconducido la situación sanitaria y económica. Así de directo se muestra el supervisor español en el Informe de Estabilidad Financiera de primavera, que se ha presentado este jueves.
El organismo que preside Pablo Hernández de Cos cree que este plan "creíble" tiene que dilatarse en el tiempo y tiene que comenzar a implementarse tras la salida de la crisis sanitaria y económica. "Ello es necesario para limitar las vulnerabilidades que emanan desde las administraciones públicas al resto de sectores de la economía y favorecer el crecimiento a largo plazo", destaca el documento.
Asimismo, el Banco de España reconoce que en el ámbito fiscal, la puesta en marcha de los Fondos Next Generation UE, que podría financiar proyectos de inversión por hasta 140.000 millones de euros en España en los próximos seis años, permitirá que la política fiscal mantenga un tono expansivo.
El supervisor también celebra "la acción decidida de las autoridades fiscales en 2020", que ha permitido "contrarrestar de forma eficaz los efectos económicos negativos de la covid-19". No obstante, recuerda que el mayor riesgo para las finanzas públicas sigue siendo un retraso en la solución a la crisis sanitaria que dé lugar a "efectos más pronunciados y persistentes sobre la actividad económica".
Por otro lado, el Informe de Estabilidad Financiera señala que aún no se descarta una evolución más negativa de la pandemia en el caso de un retraso de las vacunas o por un agravante de la situación sanitaria, lo que generaría "una mayor persistencia de sus efectos económicos negativos, en términos de destrucción del tejido productivo, incremento del desempleo y, por tanto, deterioro de las rentas y de la capacidad de pago de las deudas de hogares y empresas".
Riesgos en empresas y hogares
La persistencia de la pandemia sigue generando efectos negativos sobre los ingresos de las empresas, especialmente en las actividades más afectadas por la crisis, que, en un contexto en que se ha producido un incremento del endeudamiento empresarial en los últimos trimestres, pone en riesgo la viabilidad de algunas, "limita sus planes de inversión y empleo, y las expone a un empeoramiento de las condiciones
de financiación", señala el Banco de España.
En el caso de los hogares, el aumento de la tasa de ahorro y la reducción del volumen de crédito a nivel agregado, oculta la existencia de segmentos que han visto incrementar de manera significativa su grado de fragilidad financiera. "La materialización de los riesgos mencionados previamente generaría una nueva reducción de la capacidad de repago de las deudas de hogares y empresas, que aumentaría la morosidad del crédito y provocaría un deterioro adicional de la situación patrimonial del sector bancario", destaca el informe.
Problemas con el crédito
El sector bancario ha proporcionado durante el último año mucha financiación, gracias a los avales del ICO y en un contexto en el que las necesidades de liquidez de los hogares y las empresas aumentaron durante el confinamiento debido a la bajada de ingresos. De cara el futuro, si se materializan los riesgos económicos, la banca podría cerrar el grifo del crédito, lo que supondría una contracción más fuerte de la economía, advierte el supervisor.
En paralelo, el Banco de España ha recomendado al sector financiero que actúe con "extrema prudencia en las políticas de distribución de dividendos". "Las entidades deben mantener una política de anticipación del reconocimiento de deterioros, garantizando que este sea adecuado y oportuno, como establecen las guías supervisoras", recuerda el organismo español, que recuerda que a mediado de años se publicarán los resultados de unos nuevos test de estrés, que ayudarán a calibrar el grado de resistencia del sector ante eventuales escenarios macroeconómicos adversos.
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