El Banco de España (BdE) registrará pérdidas al menos hasta 2025 por la normalización de la política monetaria. El gobernador del organismo, Pablo Hernández de Cos, ya advirtió a mediados de octubre en la Comisión de Presupuestos del Congreso que esto ocurriría en 2023. Sin embargo, durante su comparecencia en la Cámara Alta la pasada semana, fue más allá y aseguró que esta situación se alargará durante varios años, "al menos dos o tres".
En todo caso, desde el Banco de España aclaran que estas pérdidas se cubrirán con las reservas que tiene constituidas en el balance. "El análisis que tenemos ahora mismo en BdE respecto a la cuenta de pérdidas y ganancias, que normalmente genera un superávit importante que se traslada al Tesoro y que forma parte de los ingresos" es que registrará "unas pérdidas durante unos años antes de provisiones", explicó el gobernador en la Comisión de Presupuestos del Senado.
Hernández de Cos explicó que esto se debe a que el coste de los pasivos se ajusta inmediatamente a los tipos de interés elevados, mientras que la rentabilidad generada por las carteras de activos no se ve incrementada a la misma velocidad, al estar constituidas mayoritariamente por inversiones realizadas a vencimiento. No obstante, el Banco de España cuenta con más de 31.000 millones de euros en provisiones que servirán para cubrir esas pérdidas y, por tanto, "dar un beneficio cero en los próximos años".
En todo caso, el gobernador del BdE alertó de que "evidentemente, esto tiene una consecuencia: el Banco de España no aportará ingresos a las cuentas públicas durante, al menos, los próximos dos o tres años". Tal y como informó Vozpópuli en octubre, el supervisor español calcula que, con cargo a los resultados de 2022 su aportación al Tesoro, que se realiza en varios pagos desde diciembre de este año hasta la aprobación de las cuentas de este ejercicio ya en 2023, se sitúe en el entorno de los 1.800 millones de euros.
Beneficios hasta 2023
El organismo presidido por Hernández de Cos es el agente financiero de la deuda pública, contribuyendo con sus medios técnicos a facilitar los procedimientos de emisión, amortización y de gestión. También presta al Tesoro el servicio de tesorería de dicha deuda. También mantiene las cuentas en euros o en divisas del Tesoro, realizando por su cuenta ingresos y pagos y, en general, desarrollando cualquier actividad bancaria del Gobierno central. En este proceso el Estado no podrá dejar en descubierto sus cuentas ni recibir de Banco de España facilidades crediticias.
El Banco de España redujo un 16,4% su beneficio neto en 2021, hasta los 1.785,02 millones de euros, de los cuales 925,61 millones fueron ingresados en el Tesoro el 1 de diciembre de 2021, como establece el real decreto 2059/2008, de 12 de diciembre. Según las últimas cuentas anuales publicadas por la institución, los ingresos netos del ejercicio ascendieron a 2.391,07 millones de euros, un 11% menos que en 2020, y los gastos operativos crecieron un 4,3%, hasta los 566,7 millones de euros.
El total de provisiones del Banco de España ascendió a 32.008 millones de euros, 3.260 millones más que en 2020. La mayoría, 31.380 millones, correspondieron a provisiones para la cobertura de riesgos financieros, frente a los 3.239 millones más que un año antes. Los ingresos por intereses ascendieron a 7.240,29 millones (+14%), de los cuales 524,37 millones correspondieron a intereses en moneda extranjera (-36,4%) y 6.715,92 millones a intereses en euros (+21,5%).
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