El Banco de España ha advertido al Gobierno de que, una vez controlada la pandemia, será necesario subir los impuestos -sobre todo aquellos en los que hay margen como el IVA o las tasas medioambientales- y mejorar la eficiencia del gasto público para poder reducir progresivamente el déficit público y el nivel de deuda sobre PIB.
"En cuanto al papel de los impuestos, la mejora de su capacidad recaudatoria y su eficiencia también deberá ser una prioridad, para lo cual la comparación con el resto de los países europeos puede servir de guía. En este sentido, si se utiliza como referencia el cociente entre la recaudación total y el PIB, este se situó el año pasado en aproximadamente el 35 %, unos seis puntos por debajo del nivel alcanzado en el conjunto del área del euro (esta diferenciase reduce a unos 3 puntos cuando se considera la media aritmética de los distintos países). Nuestro país destaca, en particular, por su reducido nivel de imposición sobre el consumo, en comparación internacional, así como por una capacidad recaudatoria de los impuestos medioambientales baja", ha señalado el gobernador del supervisor, Pablo Hernández de Cos, en el Congreso de los Diputados.
Además de aludir a una posible subida del IVA y de los impuestos medioambientales, De Cos se ha mostrado partidario de la eliminación de beneficios fiscales -como los que está estudiando la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef)- y de implementar una 'tasa Google' a nivel europeo.
"Parece razonable continuar explorando de manera coordinada a escala internacional algunas vías de reforma impositiva que han sido objeto de debate en tiempos recientes, como la relativa a la revisión de la imposición que recae sobre algunas empresas multinacionales, con el fin de evitar la utilización de estrategias agresivas de planificación tributaria para trasladar sus bases impositivas a aquellas jurisdicciones en las que la tributación es más reducida", ha señalado.
Ha pedido también una revisión del gasto público, utilizando para ello los estudios que está llevando a cabo a la Airef para eliminar gastos no eficientes.
En cuanto a las previsiones de crecimiento, De Cos ha informado de que el mejor de los escenarios del Banco de España ya ha sido descartado y ahora trabajan sobre la hipótesis de que el PIB caerá entre un 9,5 y un 12,4% en 2020.
Las reformas ya eran necesarias antes de la covid
El Banco de España entiende que las medidas de estímulo aprobadas no se pueden retirar actualmente, pero advierte de que "la contrapartida necesaria de este activismo fiscal es el anuncio temprano de una estrategia de reducción de los desequilibrios fiscales para su implementación posterior, que necesariamente deberá ser gradual".
De Cos ha señalado que aunque ahora estas reformas son imprescindibles, ya eran necesarias antes de la crisis del coronavirus, por la pobre productividad del país y el alto paro estructural.
En este sentido, ha señalado que la estrategia de consolidación fiscal es especialmente importante en países como España, que "se enfrentan a esta crisis desde una posición fiscal vulnerable por el elevado déficit y deuda pública".
Respuesta "insuficiente" en Europa
En cuanto a la evaluación de las medidas aprobadas, el gobernador ha señalado que en Europa "la respuesta ha sido insuficiente" y ha lamentado que "hay margen para que la respuesta sea más contundente", algo que no es una opción sino una necesidad.
Ha advertido también de que más allá del impacto de la crisis a corto plazo, hay riesgo de que se produzcan daños estructurales que se perpetúen en el tiempo. Es importante, ha dicho, identificarlos cuanto antes para poder diseñar las políticas económicas.
Por ello, cree que las medidas deberán prolongarse mientras duren las restricciones a la actividad. "La acción deberá adaptarse a la duración de las restricciones de actividad, teniendo en cuenta que estas restricciones son heterogéneas por sectores".
"La política fiscal debe ser la primera línea de defensa, evitar que la suspensión temporal de la actividad acabe convirtiéndose en pérdida del tejido productivo", ha señalado.
Fondo de mutualización en Europa
La política monetaria también debe actuar de forma enérgica para garantizar la liquidez. El Banco Central Europeo (BCE) debe evitar episodios de fragmentación financiera entre distintos miembros como vivimos en el pasado, ha apuntado, algo que considera especialmente importante en un contexto en el que las necesidades de financiación aumentarán.
Las políticas micro y macroprudenciales deben conseguir que las entidades financieras sigan haciendo llegar el crédito a familias y empresas, usando los colchones de capital; y evitar que los riesgos -de mercado, operativos, etc.- generen problemas de estabilidad financiera.
Por último, ha reivindicado que la respuesta sea coordinada entre países. "Nada sería peor que el uso de políticas proteccionistas ya que eso debilitaría y retrasaría la recuperación. Esta necesidad de coordinación es especialmente importante en el área del euro tanto por racionalidad económica como por solidaridad. La acción conjunta en el área del euro es lo más eficaz", ha dicho, al tiempo que ha pedido la creación de un mecanismo de mutualización que facilite la financiación del gasto público y las necesidades que habrá durante la recuperación.
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