Una combinación de factores propios de diferentes crisis donde "el todo es aún más peligroso que la suma de las partes". Así define el historiador británico Adam Tooze el término "policrisis" que ahora menciona el Banco de España (BdE) para ilustrar la gravedad de la situación a la que se enfrentan las economías, entre ellas la española.
El término "policrisis" ideado por el profesor de la Universidad de Columbia hace referencia al cóctel de elevada inflación, altos tipos de interés, problemas de suministro energético y alimentario, y persistencia de la guerra en Ucrania. También acontecen problemas como los desafíos de la economía china y su competición geoestratégica con Estados Unidos, el cambio climático, los desastres naturales, o los coletazos económicos de la pandemia.
La subgobernadora del BdE, Margarita Delgado, mencionó este martes por primera vez el término durante una comparecencia sobre la situación económica actual. De esta forma, se empieza a escuchar 'en boca' de los principales organismos económicos nacionales este mensaje, que alerta de una crisis que combina características de todas las crisis recientes: la sanitaria, la geopolítica, la energética, la inflacionaria, la financiera o la inmobiliaria.
"Quizá el rasgo que defina la situación actual es que, aunque todos podamos recordar posiblemente momentos anteriores en los que la incertidumbre también era elevada, la concurrencia de distintos factores desestabilizadores es ahora particularmente remarcable. Además, algunos de estos elementos no van a desaparecer en un horizonte cercano -como, por ejemplo, el contexto de fragmentación geoeconómica-. El momento actual se presta, probablemente, a la utilización del término «policrisis»", señaló.
Frenazo económico
La subgobernadora indicó que la economía global y la española están ya perdiendo dinamismo "por la conjunción de una serie de factores adversos que tienden a retroalimentarse entre sí". Como primer ejemplo mencionó el fuerte repunte de la inflación, motivando una reducción de las rentas reales de los hogares y de las empresas.
"Esto ha provocado una reacción contundente de los bancos centrales, que ha derivado en un notable tensionamiento de las condiciones financieras" y "al producirse de forma simultánea en un número muy elevado de jurisdicciones, el endurecimiento de la política monetaria está contribuyendo a la pérdida de dinamismo de la demanda global", explicó.
Por otro lado, la guerra en Ucrania ha acrecentado el encarecimiento de numerosas materias primas. Además, ha alimentado la incertidumbre acerca de la seguridad del suministro energético en Europa e intensificado la preocupación por un posible deterioro adicional de la situación geopolítica y, por estas vías, ha dañado la confianza de los agentes, tal y como destacó Delgado.
"Abordar una situación así requiere visión de largo plazo, acompañada posiblemente por ciertas dosis de imaginación e incluso audacia. No sorprenderé a nadie si afirmo que en el epicentro de esta nube de incertidumbre se sitúa la guerra de Ucrania, como tampoco sorprenderá si sostengo que Europa está particularmente expuesta a las consecuencias de este conflicto", comentó la subgobernadora este martes.
El BdE ha revisado a la baja el crecimiento de España para 2023 hasta el 1,4%, augurando una ralentización de la actividad económica en los próximos meses. "Los dos próximos trimestres serán, probablemente, los que se verán más afectados por el cúmulo de factores que he enumerado", destacó la subgobernadora. A partir de la primavera la actividad económica en nuestro país "debería recobrar un vigor creciente", aunque "estas perspectivas se ven rodeadas de una notable incertidumbre", añadió.
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