Banco Santander tiene que emitir 2.450 millones de euros en deuda anticrisis de aquí a finales de año para cumplir con lo previsto en su plan de financiación. Lo deberá hacer en un momento en el que no se prevé que amaine la volatilidad en el mercado. Tras la inestabilidad que ha despertado la formación de nuevos gobiernos en Italia y Turquía, el nuevo foco de incertidumbre es Brasil, país que celebra elecciones generales en octubre y que supone el principal mercado del banco que preside Ana Botín.
El tipo de deuda que tiene previsto emitir Santander sirve a las entidades para completar los colchones de capital exigidos por las autoridades regulatorias. Estos requisitos de capital tienen el objetivo de garantizar que los bancos pueden 'rescatarse a sí mismos' sin la necesidad de recurrir a ayudas públicas. La norma se implantó a raíz de la crisis financiera y los bancos españoles con presencia en mercados extracomunitarios -Santander, BBVA y Sabadell- deberán empezar a cumplirla a partir de 2020.
A pesar de que la entidad cántabra ya dispone del nivel de activos elegibles para MREL exigido por la Junta Única de Resolución (JUR), el plan de financiación de Santander contempla colocar entre 9.500 y 12.500 millones de euros en deuda antricrisis este 2018 para afrontar vencimientos futuros. En el primer semestre, con emisiones por 7.300 millones, el banco ya ha completado la mayoría, pero aún restan por colocar 2.450 millones en deuda senior no preferente para satisfacer sus propósitos de financiación en el mercado.
Momento poco propicio
A pesar de la elevada demanda que recibieron las colocaciones de comienzos de año -llegando a triplicar la oferta- el momento actual parece poco propicio para que el banco cántabro emita deuda con capacidad de absorción de pérdidas. El ritmo de emisiones se ha frenado en seco en los últimos meses y no parece que haya colocaciones a la vista. La última emisión de deuda anticrisis de un banco español se remonta a comienzos de mayo, cuando BBVA levantó 1.000 millones de euros en deuda senior no preferente.
Según Expansión, Bankia llegó a iniciar los trámites para realizar una emisión de bonos contingentes convertibles, conocidos como CoCos en la jerga financiera. No obstante, terminó por echarse atrás dado que la situación del mercado no era propicia. Y es que el repunte de la volatilidad ha cerrado la puerta a nuevas emisiones.
Tanto las tensiones comerciales de Estados Unidos con otros países como la inestabilidad que ha despertado la formación de nuevos gobiernos en Italia y Turquía han generado inquietud entre los inversores. Ahora le llega el turno a Brasil. El país carioca celebra elecciones presidenciales el próximo mes de octubre y es el nuevo foco de incertidumbre.
Panorama incierto en Brasil
Una vez que ha arrancado la campaña, las encuestas dan como favorito al expresidente Lula da Silva, candidato oficial del Partido de los Trabajadores (PT), por delante del ultraderechista Jair Bolsonaro. Geraldo Alckmin, el preferido de los mercados, se encuentra rezagado en los sondeos.
La cotización del real brasileño frente al dólar registró ayer mínimos de comienzos de 2016
Lula, no obstante, está condenado a más de 12 años de cárcel por corrupción, por lo que se arriesga a ser apartado de la carrera electoral, ya que la Ley de Ficha Limpia bloquea a los aspirantes que tienen una condena en firme. El resultado, por tanto, se antoja incierto, lo que se refleja en el real brasileño, que cotiza en mínimos desde comienzos de 2016, por encima de los 4 dólares.
Brasil es el principal mercado de Santander. Tan solo en este país, el banco contabilizó un beneficio de 1.324 millones de euros en la primera mitad del año, el 26% de las ganancias totales del grupo, aunque la depreciación de la divisa carioca en el segundo semestre terminó por afectar a las cuentas de la entidad.
En cualquier caso, el banco confía en que de aquí a finales del ejercicio surjan ventanas en el mercado que le permitan completar sus planes de financiación. Dado el importe de las operaciones realizadas hasta la fecha, el Santander debería realizar al menos dos, pues suelen ser algo superiores a los 1.000 millones de euros.
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