Economía

El FROB sabrá en un mes si tiene que nacionalizar CEISS

Unicaja espera conocer en la primera semana de enero si al menos el 75% de los afectados por las preferentes de CEISS han acudido al canje. Restoy anima a aceptar la propuesta malagueña para evitar la nacionalización, que supondría un coste adicional de 800 M. para el FROB.

El objetivo es evitar la nacionalización de CEISS. Y, pese a las diferencias que han existido entre Unicaja, Banco de España y FROB durante los casi tres años de negociaciones, ahora todos caminan en la misma dirección. Para ello es indispensable que el 75% de los preferentistas de las antiguas cajas castellanoleonesas acepten el canje por acciones propuesto por Unicaja. Si no es así, el FROB se verá obligado a nacionalizar CEISS, como reiteró este miércoles Fernando Restoy, presidente del fondo de rescate y subgobernador del Banco de España, en su comparecencia en el Senado. En el plazo de un mes se conocerá la resolución definitiva de esta operación, según confirman fuentes conocedoras del proceso. En el FROB, sin embargo, explican que aún es pronto para concretar una fecha.

La oferta de canje de Unicaja contempla hasta el próximo 20 de diciembre como fecha tope para que los preferentistas acepten la propuesta de la entida malagueña. Aún así, Unicaja tiene potestad para ampliar dicho periodo como máximo un mes más, hasta el 20 de enero, si así lo desea. Sin embargo, fuentes conocedoras del proceso cifran que, a lo largo de la primera semana de enero, ya se "conocerá si se ha sobrepasado el volumen mínimo de aceptación del 75%" impuesto por Unicaja para cerrar la fusión. El FROB, a través de Restoy, animó este miércoles a los afectados a acudir al canje porque la ruptura del proceso con Unicaja dejaría en una complicada situación a CEISS. La nacionalización, que tendría un coste para el FROB de 800 millones, implicaría tener que subastar la entidad o liquidarla. Según un informe del propio FROB y Banco de España, la liquidación de la entidad ascendería a 7.700 millones, como adelantó Vozpópuli el pasado 21 de mayo. 

Todos los actores inmersos en el proceso pretenden dar la máxima celeridad al proceso. Para ello, se ha conformado un equipo en el entorno de 1.000 personas en el que participa personal del propio FROB, CEISS y la auditora PricewaterhouseCoopers (PwC), que ejerce de consultor independiente para filtrar a los afectados que cumplen con los requisitos para recuperar su inversión. Este grupo ya ha comenzado a informar a los 35.000 afectados de los productos híbridos de las antiguas cajas castellanoleonesas sobre las condiciones de la oferta presentada por Unicaja.

Los preferentistas y tenedores de deuda subordinada de las cajas castellanas recibieron a cambio bonos contingentes convertibles (cocos) de CEISS, que el FROB les entregó tras una quita de entre el 10% y el 70%, en función del producto, y una rentabilidad del 1%. Unicaja les propone ahora un nuevo canje: por esas emisiones les entregará cocos (convertibles en acciones) y bonos perpetuos de Unicaja. Si aceptan, la liquidación del canje está prevista para el 2 de enero.

Todos los actores pretenden acelerar el proceso para desvelar cuanto antes si CEISS acabará fusionada con Unicaja o en manos del Estado, lo que tendría un coste para el FROB de 800 millones

Unicaja pretende canjear los 803 millones de bonos de CEISS por 231,5 millones de euros de nuevas emisiones, la mitad en cocos de Unicaja y la mitad en bonos perpetuos. Este canje añade una quita inicial del 71%, es decir, por cada euro en bonos de Ceiss los particulares recibirán 29 céntimos en títulos de Unicaja. Sumando la quita ya hecha por el FROB, la pérdida respecto al desembolso inicial en preferentes o subordinada puede llegar al 90%. A cambio, la entidad malagueña se compromete a remunerar un interés anual del 6% por sus cocos y del 4%, en el caso de los bonos convertibles perpetuos. Al cobrarlos, los particulares verían reducida la nueva quita del 71% al 46%.

Tanto el FROB como Unicaja pretenden conocer, durante la próxima semana, cual será el grado de aceptación del tramo institucional y avanzar el trabajo en el plano minorista, con el fin de que tener una proyección clara de cómo finalizará el proceso de canje en la semana que comienza el 30 de diciembre próximo.

Una vez que los afectados acepten el canje, que les impide acudir a la vía judicial, PwC tendrá dos meses para filtrar las peticiones de arbitraje y valorar si se ajustan a una mala praxis en la venta de las preferentes. Pero, a diferencia de otros arbitrajes, no serán las autoridades de consumo sino la citada consultora quien asuma la autoridad para determinar si una reclamación debe ser aceptada y compensada con el desembolso del FROB o no.

Según los cálculos del organismo, los beneficiarios del arbitraje podrán llegar a recuperar hasta el 90% de su desembolso inicial y en ningún caso más de 200.000 euros por afectado. Al dinero reembolsable por el arbitraje se les restará el valor de los bonos perpetuos y de los bonos contingentes convertibles (cocos) que Unicaja les entregaría, a partes iguales, a cambio de sus actuales bonos de CEISS en el momento del canje, previsto para el próximo 2 de enero. Como sucedió en Bankia, es obligado acudir al canje propuesto por Unicaja, aunque se solicite el arbitraje.

A partir de ahí, el cobro de los bonos perpetuos dependerá del criterio de Unicaja. Y en cuanto a la conversión de los cocos en acciones, la entidad se compromete a salir a Bolsa antes del 2 de enero de 2017. No habría liquidez hasta ese momento.

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