En un negocio bajo mínimos, con la curva del crédito aún dibujando a la baja, el fin de la guerra del pasivo, impuesta por el Banco de España el pasado enero, se está convirtiendo en un balón de oxígeno para las maltrechas cuentas de resultados de la banca en España. Las entidades españolas se ahorrarán en el entorno de 2.500 millones por la rebaja de la remuneración de los depósitos, según cálculos del propio sector. En la misma línea se mueven las proyecciones de Analistas Financieros AFI. En un documento interno de AFI, se reconoce que cajas y bancos dejarán de pagar 2.372 millones a sus clientes en concepto de remuneración por los depósitos.
La rebaja en el coste de los depósitos ha ido aumentando en cada trimestre. El año se inició con una remuneración media del pasido del 2,84%, según datos del Banco de España, y culminará en el entorno del 1,75%. Precisamente, el último trimestre será el más beneficioso para la banca. El sector se ahorrará en el entorno de los 1.100 millones por la diferencia de tipos entre los depósitos que vencen (2,94%) y la nueva producción, que se sitúa en ese entorno del 1,75%. Entre octubre y diciembre vencen 88.000 millones en depósitos minoristas a 12 meses, el mayor volumen de todo este 2013. En todo el año, la banca habrá logrado liquidar 289.000 millones en depósitos caros.
La menor remuneración del pasivo está sujetando la caída en el margen de intereses de los bancos, que aún presenta tasas negativas con respecto a 2012. Sin embargo, la nueva producción de los depósitos, a precios más bajos, será la base fundamental de recuperación de las cuentas de los bancos en próximos trimestres. Es el caso del Popular. En su última campaña del depósito Gasol, el banco presidido por Ángel Ron ha captado 9.662 millones a precios más bajos que un año antes. Así, los depósitos a 14 meses se pagan al 1,75%, mientras que la remuneración del pasivo a más de dos años se abona al 2,25% de interés.
El Popular, como el resto del sector, no sólo ha abaratado precios, sino que ha alargado los plazos de los nuevos depósitos más allá del tradicional período de 12 meses. El cambio en la estructura de plazos del pasivo captado de los hogares ha cambiado radicalmente. En el último trimestre de 2012, el 78% de los depósitos eran a 12 meses, el 17% hasta dos años y el 5%, por encima de los 24 meses. Apenas nueve meses después, el mix de plazos se ha nivelado: 37% a 12 meses, el 40% entre 1 y 2 años, mientras que el 23% restante se contrata por encima de los dos años.
Este año, la banca española ha logrado liquidar 289.000 millones en depósitos caros. De ellos, 88.000 millones, en el cuarto trimestre
La normativa del Banco de España hubiera tenido menos efecto de no haber estado acompañada de una mejora en la financiación de los mercados por parte de las entidades españolas fruto de la caída de la prima de riesgo española. Esta situación ha provocado que la mayor parte de las entidades sigan reduciendo de forma significativa el volumen de liquidez captado en los LTRO del Banco Central Europeo.
La rebaja de la remuneración del pasivo está teniendo otro efecto claro en el sector: el freno de la fuga de depósitos de las entidades nacionalizadas al resto del sector. De hecho, en el último trimestre, el conocido como 'flying to quality' se ha moderado de forma significativamente.
El pasado enero, el Banco de España comunicó verbalmente a las entidadades que no pueden tener más del 15% del pasivo con extra tipos, considerados estos como superiores al 1,75% a un año y del 2,75% a dos años. Esas son las cotas que el Banco de España ha trasladado a la banca como válidas y que el sistema español está acatando a rajatabla.
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