Bankia continúa adelgazando su estructura para limitar su actividad a la banca comercial, como le exige Burselas a cambio de las millonarias ayudas públicas recibidas. Junto a la venta de Bankia Hábitat al fondo Cerberus, operación que se culminó el martes, la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri ha traspasado su departamento de compras a la consultora Accenture. La operación se formalizó el pasado viernes, según ha podido saber este medio.
El banco nacionalizado ha externalizado esta división bajo las mismas condiciones en las que traspasó sus servicios técnológicos a IBM, en diciembre pasado. El contrato tendrá una duración de diez años y supondrá un ahorro en el entorno de los 15 millones de euros. Bankia traspasó a IBM un total de 100 trabajadores. En el caso de Accenture, la cifra ronda la decena de empleados. El pasado junio, la entidad externalizó a Manpower su servicio de formación, área que empleaba a 23 empleados.
Con estos programas de 'outsourcing', Bankia pretende recolocar a un total de 1.500 empleados de las antiguas cajas en el ERE que supondrá la salida adicional de 4.500 empleados, según las condiciones exigidas por Bruselas. En la actualidad, según los últimos datos de 30 de agosto, un total de de 3.447 empleados han expresado su intención de abandonar Bankia. De ellos, más del 50% (1.893) son menores de 54 años. Los sindicatos, sin embargo, estiman que una vez que se concluya el proceso, el excedente de empleados que querrán abandonar su puesto pero a los que Bankia no haya aceptado su petición estará en el entorno de 500 trabajadores.
Las condiciones del contrato de 'outsorcing' son similares a las que firmó Bankia con Bankia para la externalización de sus servicios tecnológicos
A finales de septiembre, según datos de la entidad y de los sindicatos, fecha en la que se supera la mitad del calendario del ERE, puesto que la entidad quiere dejar cerrada la reestructuración a finales de 2013, el proceso contabilizará cerca de 2.300 despidos. Según estas proyecciones, 1.941 de los despidos, producidos o comunicados, serán a petición de los trabajadores, el 83% del total, mientras que 357 serán decididos por la empresa, un 17%.
Como en todos los procesos de ajuste de plantilla mediante un ERE, la empresa, en este caso Bankia, se guarda el derecho a vetar la salida de trabajadores que hayan solicitado adherirse a la baja voluntaria por cuestiones de no dejar escapar el talento o ante la proporcionalidad de bajas que tiene cada territorio en el que opera una empresa. Según los datos de los sindicatos, sólo con las peticiones de bajas expresadas en la reestructuración de Madrid y Valencia, Bankia podría haber completado el 70% del ERE.
Goirigolzarri ha reiterado que, tras el ERE, el volumen de la plantilla estará compuesto por 14.500 personas se quedarán en el banco y tendrán un empleo de futuro en la entidad. El presidente de Bankia ha reconocido que su plan inicial no contemplaba un recorte de plantilla tan elevado como el que tendrá que ejecutar.
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