Bankia y Caixabank tendrán que realizar un expediente de regulación de empleo (ERE) de entre 12.000 y 15.000 empleados si la fusión que se ha anunciado este jueves llega a buen puerto, según las fuentes financieras consultadas.
Las mismas fuentes advierten de que esta operación puede ser un absoluto "desastre" en este sentido, ya que el ajuste de la plantilla será enorme. Ambas entidades cuentan con una fuerza laboral de 51.536 trabajadores que se reparten en 35.589 empleados del Grupo Caixabank y 15.947 de Bankia. Para poner en contexto esta cifra hay que señalar que la plantilla del Santander se sitúa en los 30.000 asalariados, una vez integrado Banco Popular.
La lucha y las negociaciones con los sindicatos no serán fáciles, pues al menos, por el lado de Caixabank tienen aún muy reciente el último ERE, que se llevó por delante a 2.023 personas. El banco que preside Jordi Gual cuenta, al cierre del primer semestre de 2020, con 27.500 empleados en España. Del total, 12.317 son hombres y 15.183 son mujeres.
Bankia, por su parte, realizó una reestructuración, aunque menos agresiva, tras integrar a BMN dentro de su estructura. De las 2.000 bajas previstas, 1.587 fueron amortizaciones de puestos trabajo, frente a los 1.602 fijados anteriormente. Al no tener presencia en mercados extranjeros toda su fuerza laboral se sitúa en España. Eso quiere decir que cuenta con 15.947 trabajadores en nuestro país. El banco no desglosa la cifra por sexos.
Durante el estado de alarma Bankia decidió acelerar sus planes de cierre de oficinas con un recorte de 140 sucursales, tal y como adelantó este medio. Por ese entonces, fuentes del banco aseguraban que no habría ningún despido. Ahora, la situación ha cambiado y el banco que preside José Ignacio Goirigolzarri tendrá que abrocharse el cinturón.
Operación exprés
De la unión del tercer y cuarto banco del país resultaría un gigante de un valor en activos superior a los 650.000 millones de euros, pero con presencia sólo en España y Portugal. Ambas entidades cuentan con pocas sinergias pues sus mercados se concentran en las mismas regiones, lo que conllevaría a un fuerte proceso de reestructuración y previsiblemente a uno de los ajustes de plantillas más severos del sector en nuestro país, señalan las fuentes consultadas.
El Estado diluiría su participación en Bankia del actual 61% hasta entre el 18% y el 20%, lo que situaría al FROB como segundo mayor accionista, solo por detrás de la Fundación La Caixa, que tendría en torno a un 30%, según las fuentes consultadas por este diario.
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