El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha acordado la citación como imputados de cuatro directivos y antiguos responsables de Bankia en la causa en la que investiga la fusión y salida a Bolsa de la entidad, informaron fuentes jurídicas.
Los nuevos imputados son el secretario del consejo de administración de Bankia y su matriz, el Banco Finaciero de Ahorros (BFA), Miguel Crespo; el director general de este organismo, Manuel Lagares; el exdirector general adjunto de Auditoría Interna de Bankia, Miguel Ángel Soria, y el exdirector general financiero y de riesgos de Bankia Ildefonso Sánchez Barcoj, imputado también en el denominado 'caso Blesa'.
El juez, que ha adoptado esta decisión a instancias de la Fiscalía Anticorrupción, eleva de esta forma las imputaciones a un total de 38, entre los que se encuentran 32 miembros del antiguo Consejo de Administración de la entidad financiera, que presidía Rodrigo Rato, y Bankia y BFA en calidad de personas jurídicas.
Sánchez Barcoj, que salió de Bankia en mayo de 2012, tras la llegada a la entidad de su actual presidente, José Ignacio Goirigolzarri, era responsable de la Dirección General Financiera y de Riesgos, encargada de la elaboración de los datos financieros de BFA y Bankia.
Crespo, por su parte, no era consejero de la entidad ni miembro del Consejo de Administración de Bankia, aunque fue citado por varios exconsejeros imputados en la causa por enviar un correo electrónico tres días antes de la dimisión de Rato en el que señalaba que la auditora Deloitte necesitaba "un mayor plazo de tiempo" para estudiar las cuentas.
En el correo, al que tuvo acceso Europa Press, Crespo informaba a todos los integrantes del Consejo las razones por las que la entidad había depositado sus cuentas relativas a 2011, que registraban unos beneficios de 309 millones de euros, sin el informe de auditoría correspondiente.
En este sentido, aludía a la "complejidad" del "grupo nuevo" que se había creado durante el ejercicio 2011, "la transformación de las siete cajas en un banco" y las "diversas segregaciones de activos entre las Cajas y BFA, la posterior entre BFA y Bankia, o la salida a Bolsa de la entidad, entre otras circunstancias".
Tres días después de que el correo fuera enviado, Rato anunció su dimisión y dejó paso al nuevo equipo directivo presidido por José Ignacio Goirigolzarri, que reformuló el balance de cuentas de la entidad con unas pérdidas que alcanzaron los 2.979 millones de euros.
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