Rothschild es el banco de inversión contratado por Bankia para deshacerse de activos, principalmente las participaciones industriales. La semana pasada se supo que el paquete de la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri en IAG fue vendida en mercado por parte de Merrill Lynch y Bankia Bolsa, algo que causó sorpresa, ya que se desconocía que Merrill estuviera en el proceso de ‘adelgazamiento’ de Bankia. Pero es Rotshchild quien adjudica estas operaciones.
El asunto tiene mucho interés en círculos bursátlles, ya que hay numerosas entidades con deseos tanto de participar en estas ventas de participaciones históricas como de colocar a sus clientes parte de la cartera de Bankia (o de las demás cajas nacionalizadas). Pero para ello, deberán presentar una propuesta global a Rothschild, que será quien adjudique la venta. Y será preciso que recuerden que no se puede vender ninguna participación a un único cliente, sino que deberán ser operaciones en mercado abierto, con el mayor número de compradores posible. También deberán darse prisa, porque, sin duda, ya habrá un montón de propuestas a tal efecto procedentes de las grandes firmas.
Algunas sociedades de valores domésticas han manifestado su desconcierto en este sentido, ya que afirman tener compradores finales para esas participaciones, incluida la de IAG. Las ventas en Sacyr por parte de JB Capital Markets sorprendieron en gran medida. El bróker que preside Javier Botín se deshizo de las acciones de Juan Abelló y NovaGalicia, algo sorprendente, ya que los operadores ‘habituales’ en la compañía eran Ahorro Corporación, participada por la propia NovaGalicia y gestora de fondos de la caja gallega, y Societe Generale, firma francesa cuyo country manager, Donato González, es conocido por su estrecha relación con las compañías constructoras.
Viendo cómo JB realizaba las operaciones en bloques y en mercados internacionales, existía la duda de que simplemente presentando un comprador, los operadores consiguieran el deal. A pesar, eso sí, de que no tenían claro a dónde dirigirse. La contratación de Rothschild por parte de Bankia se hizo pública en enero, pero el proceso ha tomado velocidad ahora. Muchas entidades tenían olvidado este mandato, tal vez porque la venta de Inversis, firma de la que Bankia era el accionista mayoritario, ha sido coordinada por KPMG.
Sigue habiendo mucho interés
Ahora, se redoblan los intereses por las siguientes colocaciones que se prevén a corto plazo: Mapfre e Iberdrola. Por la primera, hay mucho interés, ya que la llegada de nuevos inversores supondrá dotar de más liquidez a un valor con poco free fload. Es una de las perlas del sector asegurador español. Por Iberdrola había gran interés por hacerse con ese 5% al completo, algo que ya ha advertido el Gobierno que no permitirá y, seguramente, tampoco tendría lugar sin el visto bueno de Ignacio Galán.
Indra es otra cuestión. La empresa tecnológica es considera estratégica, ya que maneja información relativa al control de las fronteras, satélites para la defensa, etcétera. Y su participación es del 20%. Ahí, las entidades domésticas reconocen la complejidad del asunto.
Así que el que quiera participar en la venta de activos de Bankia, que se ponga en contacto con Rothschild, pero deberá justificar una buena cartera de clientes, capaz de solventar la operación a precios razonables y con la mayor rapidez (y sorpresa) posible.
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