Bankinter obtuvo un beneficio neto de 309 millones de euros durante el primer semestre del año, lo que supone un aumento del 18,3% en relación al cosechado en el periodo comparable de 2018, según informó el banco este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Las cifras, que ya incorporan el negocio de EVO Banco y de su filial al consumo Avantcard, reflejan, según la entidad, que mantiene las fortalezas de un negocio de clientes “rentable y diversificado, un balance sólido y una rentabilidad por encima de la media del sector”.
EVO Banco y Avantcard, su filial de consumo en Irlanda, añaden al balance del grupo 1.300 millones de euros en créditos y otros 3.200 millones en la cartera de recursos de clientes, además de haber generado un impacto contable positivo al incorporarse.
Si se depura la contribución del fondo de comercio negativo de la operación y el resto de cifras procedentes de los negocios adquiridos, el beneficio neto sería de 264 millones, un 1,1% superior al de junio de 2018.
La marcha del resultado permitió a Bankinter alcanzar una rentabilidad medida sobre recursos propios (ROE) del 12,84%, la más alta de la industria; al tiempo que bajó también el ratio de morosidad del 3,25 al 2,71%, situándolo así muy por debajo de la media sectorial. Por otra parte, su capital de máxima calidad CET1 fully loaded cerró el semestre en el 11,50%, frente al 8,2% que le exige el Banco Central Europeo (BCE).
Mejora del negocio tradicional
Bankinter explica la mejora de la cuenta en la buena evolución de la actividad tradicional con clientes. El negocio crediticio aumentó un 8,3% y ascendió a 59.223,4 millones de euros y crecería un 5% si se excluyese la incorporación de EVO Banco y el negocio en Portugal.
En el negocio específico hipotecario en España la nueva producción subió un 10% y alcanzó los 1.420 millones de euros, lo que representa un 5,9% de cuota de mercado en las nuevas concesiones, según sus estimaciones. Su cartera hipotecaria viva ascendió en España a 22.500 millones a finales de junio, y eso implica un aumento interanual del 1,7% cuando en el conjunto de la banca este negocio aún cae a ritmos del 1%.
Por su parte, los recursos minoristas de clientes alcanzan los 55.926,2 millones, lo que supone una expansión interanual del 12,1%, que se limitaría también al 5% centrándose en la actividad en España y excluyendo la cartera incorporada de EVO Banco. Los recursos fuera de balance aumentaron a su vez un 3,1% y ascendieron a 28.861,3 millones.
La marcha del negocio contribuyó a que los márgenes de su cuenta aumentaran en todos los casos pese al escenario de tipos cero: el de intereses creció un 4,6% (lo haría al 3,6% sin el negocio aportado por EVO Banco), el margen bruto subió un 2,7% (+2,1% sin EVO Banco), y el margen de explotación avanzó un 3,4% y lo haría un 4,7% más sin el banco adquirido.
El resultado de explotación recoge una partida de costes operativos que crece un 2,1% precisamente con la incorporación del banco digital y caerían sin tener en cuenta EVO Banco. Gracias a ese control de costes, la ratio de eficiencia de la actividad bancaria con amortizaciones desciende del 46,8% al 46,4% en el periodo analizado.
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