España no pasa por sus mejores momentos económicos en los últimos ejercicios. La irrupción de la crisis sanitaria en el primer trimestre de 2020 no sólo truncó la recuperación económica, sino que paralizó durante varios meses casi totalmente la actividad y desplomó el Producto Interior Bruto, que se redujo en un 10,8%, un porcentaje desconocido en tiempos de paz.
El parón económico, sin embargo, no ha sido obstáculo para que España siga resultando un país atractivo para los trabajadores extranjeros. Lo demuestran el número de afiliados al régimen general de la Seguridad Social, que ha aumentado en cerca de 451.000 personas entre 2016 y 2021, y el número de trabajadores autónomos personas físicas dados de alta en el sistema, que ha pasado de 177.600 en diciembre de 2016 a 260.569 al finalizar el pasado año.
Con los últimos datos en la mano, en febrero de este año, el número de trabajadores extranjeros afiliados a la Seguridad Social ascendió a 2.258.670, un 9,96% más que en el mismo mes de 2021. Hoy, representan el 11,47% del total de ocupados, cuando hace cinco años eran el 9,39%. De esta cifra, 1,472 millones cotizan en el régimen general; 387.000, en el de autónomos; 230.500, en el agrario; 165.000, en el de empleados del hogar y el resto, poco más de 4.000, en los regímenes del mar y el carbón.
Comercio al por menor, hostelería y construcción siguen siendo, tanto en el caso de los trabajadores del régimen general como de los autónomos, las actividades más alcance de sus posibilidades, particularmente en el caso de los procedentes de países asiáticos, suramericanos y europeos no pertenecientes a la UE.
Las cifras marcan máximos en todos los regímenes de la Seguridad Social. Es muy destacable el crecimiento registrado en el régimen de trabajadores autónomos y, especialmente, en el de personas físicas que se dan de alta, que han aumentado en más de 83.000 en los últimos cinco años, cuando en el mismo apartado, el número de españoles se ha reducido en 22.070, desde 2016, un 1,23%.
El perfil del trabajador individual extranjero que se establece en España es el de una persona de entre 25 y 39 años, procedente en un 33,7% de países de la Unión Europea (cerca de 88.000), en un 18,55% de América del Sur (48.300); en un 17,7%, de países europeos no comunitarios (46.300), y en un 16,32%, de Asia (42.540). En su mayor parte, un 31,1%, lleva en España entre uno y tres años, en un 26,5%, cinco o más años. El 82,6% no tienen asalariados a su cargo y el 93,7% no tiene pluriactividad.
Algo más de cuatro de cada cinco autónomos extranjeros trabaja en el sector servicios y alrededor del 15% en la construcción
Algo más de cuatro de cada cinco autónomos extranjeros trabaja en el sector servicios y alrededor del 15% en la construcción. El resto se reparten entre la industria (2,68%) y la agricultura (1,75%). Esta distribución del trabajo difiere sustancialmente de las preferencias de los autónomos españoles. Un 72,5% del total de éstos, según los últimos datos del Ministerio de Trabajo, realiza sus actividades en el sector servicios; un 12,2%, en la agricultura; un 10,9%, en la construcción, y apenas un 4,4%, en la industria.
Por actividades, los autónomos extranjeros se decantan en sus preferencias por el comercio al por menor. Es elegida por el 23% de ellos, por delante de la construcción (14,9%); la hostelería (13,7%) o el transporte (7,7%). En relación con el año 2016, los porcentajes han subido en construcción y transporte, pero han disminuido ligeramente en el comercio minorista y la hostelería.
En el caso de los trabajadores extranjeros incluidos en el régimen general de la Seguridad Social, un 14,1% de los afiliados trabaja en la hostelería; un 12,6%, en el comercio; un 9,7% en tareas auxiliares de administración; un 8,8%, en el sector agrícola, idéntico porcentaje que en tareas domésticas, y un 8,5%, en construcción.
Analizando detalladamente los datos del Ministerio de Trabajo se observa que mientras la media que trabaja en el sector servicios es el 80,68% del total, en el caso de los autónomos procedentes de países asiáticos se supera el 97%, por el alto volumen de ocupación en el comercio al por menor. La proporción ha permanecido inalterada en los últimos cinco años.
Destino laboral por sectores
Aunque teniendo en cuenta que España es una economía de servicios (más de las dos terceras partes del PIB proceden de esas actividades), los ciudadanos de países europeos no comunitarios parecen “especializarse” más en la construcción, sector que ocupa a más de un tercio de los autónomos, el mismo porcentaje que en 2016. Tanto suramericanos como centroamericanos eligen ese sector para desarrollar su trabajo: uno de cada seis. Los norteamericanos y los ciudadanos de la UE tienen en las actividades de información y comunicaciones y los servicios profesionales concentrada buena parte de su especialización.
Rumanía encabeza la clasificación por mayor número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social en España, en febrero de este año, con 331.789, por delante de Marruecos (289.548), Italia (140.447) y China (106.792). Si el ránking se circunscribe a los autónomos inscritos en el sistema público español, China es el líder indiscutible, con 60.321 personas físicas autónomas, con Rumanía en el segundo lugar (43.307) e Italia (33.265) en tercera posición.
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