La cadena pública británica emitió el pasado sábado un amplio documental sobre la situación en España titulado “The great spanish crash”. Sólo el título ejemplifica bastante bien el eje argumental del informe, aunque lo más novedoso es que culpa a ciertos atavismos del franquismo de la mala situación actual, en pleno siglo XXI.
En dicho trabajo ponen de manifiesto el creciente malestar social las calles durante los últimos tiempos. Aunque las playas españolas siguen siendo el destino turístico preferido de los británicos, “a pocos kilómetros de ahí se pueden ver manifestaciones de descontentos o incluso gente que se ha tenido que acoger a la beneficencia”, afirman, ilustrándolo con duras imágenes de conflictos sociales.
¿Rescate? No
Algunos economistas consultados en el reportaje no dudan en señalar que España aguanta gracias a las ayudas recibidas de la UE, aunque todavía no se haya materializado ninguna, a pesar de haberse anunciado a los cuatro vientos la constitución de fondos y mecanismos de ayuda. Pero, de hecho, hoy mismo, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, insistía en que no se va a pedir el rescate.
Como aspecto más relevante, el documental sitúa el origen de los males estructurales de España en el franquismo, a principios de los años 40. La dictadura impuso la autarquía, evitando las posibles ayudas económicas de EE UU o Reino Unido, para evitar cualquier tipo de condicionalidad. Con ese modelo, el país vivió durante varios lustros “como un país africano, en el que la gente se moría de hambre por la calle”, según los testimonios aportados.
La posterior incorporación de tecnócratas al Gobierno y la eclosión del turismo, facilitaron un crecimiento que se vio favorecido, además, por la llegada de inversión foránea. Numerosas multinacionales instalaron sus factorías en el país gracias a una mano de obra mucho más barata que en el resto de Europa.
Desolador
Pero pasados esos años del desarrollismo, la cadena británica esboza ahora un panorama desolador sobre España. Presenta duras imágenes de conflictividad social, así como varios ejemplos de miembros de la clase media que se han debido acoger a programas de protección social tales como los bancos de alimentos. “En todos los pueblos se puede ver a gente en la calle, sin nada que hacer”. Sin embargo, pese a esa generalización tan gratuita, el documental está centrado en Valencia y la zona de Levante de casi exclusivamente. La cadena esboza de nuevo aquella España de Franco a la que sólo se le han echado capas encima pero cuya estructura de fondo no ha variado tanto. Eso pretende hacer ver la BBC.
Insisten una y otra vez en que el colapso financiero ha llegado en gran medida por las cajas de ahorros, gobernadas por las Comunidades Autónomas, indicando tres motivos para la recesión que sufre el país: “Economía orientada a la construcción, exceso de poder local y bancos pocos regulados”. Cuestiones, por otro lado, que podrían ser achacables a la práctica totalidad de países europeos, empezando por las cajas alemanas que escapan de los test de stress europeos por imposición expresa de Ángela Merkel.
En definitiva, la cadena presenta a España como un país desestructurado. Cuando llegaron divisas procedentes del exterior, no se tomaron las medidas oportunas para crear una economía organizada. Años después, con el ingreso en el Euro y tipos de interés bajos, todo fue, en su opinión, una orgía de ladrillo regada con dinero gratis, desde las cajas de ahorros y los poderes políticos. Todo eso ha terminado. “La gente en España está muy enfadada, pero lo único seguro es que el año que viene tendrán más sufrimiento”.
Zp presumía
La cadena revela una foto sobre España que no se puede tildar de mentirosa, (resulta dolorosa la repetición de José Luis Rodríguez Zapatero en Nueva York, presumiendo del mejor sistema financiero del mundo, hace pocos años) pero pasa por alto algunas cuestiones, como el ajuste interno realizado por la empresa española para competir en el exterior, que se ha traducido en balanza por cuenta corriente positiva y balanza comercial más alta de la historia. Tampoco dice nada de las grandes plantas de fabricación de autos, que han visto garantizada su continuidad ni sobre el hecho de que la recesión se ha agravado seriamente en España por una crisis de deuda de la que se han librado otros países como Francia o Alemania.
Precisamente, la semana pasada, una persona como Nouriel Roubini, habitualmente nada complaciente con España, ponía de manifiesto los esfuerzos en control del gasto realizados por el Gobierno de Mariano Rajoy, señalando directamente a Alemania como elemento que obstaculiza los avances en la Eurozona.
Más integración fiscal y bancaria son las vías, en opinión del gurú económico, para que se supere la crisis del Euro. Roubini pone de manifiesto que sólo las decisiones del Banco Central Europeo (BCE) han aliviado algo las tensiones. El simple anuncio de un programa de deuda ha rebajado la prima de riesgo española en 250 puntos básicos “sin comprar un solo bono”, pero los problemas de fondo siguen latiendo. Y esta vez, es culpa de Ángela Merkel, o al menos, eso afirma Roubini.
El propio Felipe González señala en dicho trabajo que cuando firmó el tratado de la Unión, “lo hice junto a personas como Miterrand o Kohl que firmamos una serie de cosas que hoy no existen”. La mejor decisión que ha tomado España en años recientes ha sido la vía europea, pero hay ahora mismo muchos miembros que se resisten a impulsar dicha vía.
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