El equipo de análisis de BBVA ha revisado a la baja dos puntos su previsión de crecimiento para la economía española en el año 2021, para la que prevé una subida del 5% debido a la mayor debilidad con la que cerraremos este ejercicio por culpa de los rebrotes y las restricciones.
"Estamos detectando una moderación de las señales de actividad en el cuarto trimestre que va a generar un proceso de entrada en 2021 más débil de lo que teníamos contemplado anteriormente. Esto nos ha llevado a rebajar las previsiones de 2021: antes teníamos una previsión de crecimiento del 7% y ahora la bajaríamos hacia el entorno del 5%, a lo que tendríamos que añadir los impactos asociados al estímulo económico del Next Generation EU", ha explicado Jorge Sicilia, economista jefe del grupo y director de BBVA Research.
Los fondos procedentes de la Unión Europea a los que se refiere Sicilia podrían llevar al PIB de 2021 a un crecimiento del 6%, en el mejor de los escenarios.
Para 2020, los expertos de BBVA prevén una caída del PIB del 11,5%, una estimación que está muy alineada con la que ha recogido el Gobierno en su plan presupuestario, del 11,2%.
Para hacer estas previsiones, BBVA Research ha partido de la premisa de que en el primer trimestre de 2021 ya se estarán distribuyendo las primeras dosis de la vacuna contra la covid-19 al menos en los países desarrollados.
La segunda ola hunde las exportaciones, el gasto y la inversión
Rafael Doménech, responsable de análisis económico de BBVA Research, ha explicado que la bajada de previsión del PIB para 2021 se debe a que "vamos a partir de un nivel inferior de PIB en 2020, tenemos un deterioro de la situación sanitaria en el conjunto de la UE y esto va a afectar al crecimiento de nuestras exportaciones".
"En concreto, consideramos que las exportaciones podrían crecer hasta 2,2 puntos porcentuales menos en 2021 de lo que podrían haber crecido sin esta segunda ola", ha apuntado.
La segunda razón es que por consecuencia de la segunda ola ha habido una desaceleración del gasto, que se observa analizando el gasto con tarjeta, y que la inversión privada se ha hundido.
Doménech ha argumentado como cuarta razón que el impulso de la política monetaria se ha debilitado: mientras las operaciones de crédito crecían con fuerza en abril y mayo, ahora han caído un 40%. El experto ha explicado que hay una "correlación muy clara" entre las nuevas operaciones de crédito y la evolución de la economía, de ahí que presten atención a esta variable.
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