Decía Manuel Galatas, director de BBVA en Asia en 2009, antes de que la entidad española completase su participación en el Citic Bank adquiriendo un 4,93% por 1.063 millones que la inversión en China "tenía una vocación estratégica". En ese ejercicio, el gigante presidido por Francisco González controlaba el 15% del banco chino. Tras ocho años de aventura en China, FG ha dado el último paso para confirmar la salida de este mercado. La venta de un 4,9% del Citic, que deshace justo la posición generada en 2009, reduce a un 4,7% la presencia de BBVA en la entidad china. Una participación insuficiente para generar la suficiente economía de escala que compense mantener la inversión en el Citic, que asciende a 3.280 millones desde 2007.
La desinversión deja en manos de los responsables de Citic el único sillón que tiene BBVA en el consejo de administración de la entidad china. Desde la entidad reconocen que "no hay presión ni urgencia" por continuar vendiendo participaciones en el Citic. Estas mismas fuentes explican que BBVA seguirá desarrollando su estrategia en China, apostando por el crecimiento orgánico en ese país, para lo que explorará alianzas y líneas de negocio, como la financiación de vehículos.
La estrategia de salida de BBVA de China contrasta con la apuesta que está realizando Santander. La entidad con sede en Boadilla redobló, en septiembre pasado, su apuesta por este mercado con la entrada en el segundo mayor banco comercial urbano del país, tras la compra a HSBC de una participación del 8% en Bank of Shanghai (BoS) por cerca de 470 millones de euros. Esta operación permite a Santander tener presencia en Shanghai y otras 10 ciudades chinas.
BBVA descubrió en 2013 unas pérdidas contables de 2.300 millones al reclasificar la participación en el chino Citic. Estas minusvalías se compensan con los beneficios obtenidos que suman 2.000 millones
La factura de la inversión de BBVA en el Citic arroja hasta la fecha unas pérdidas de 300 millones de euros que serán difíciles de compensar para BBVA a nivel contable con los beneficios futuros que genera ese 4,7% de su participación en Citic. La entidad 'azul' se vio forzado en octubre de 2013 a reclasificar su presencia en Citic como una participación financiera no estratégica por un cambio regulatorio en la reglamentación de Basilea III que penaliza enormemente en capital las participaciones financieras no estratégicas en las que un banco tenga un control por encima del 10%. Por esta razón, BBVA vendió un 5,1% de Citic, reduciendo su participación al 9,9%. Este cambio descubrió unas minusvalías de 2.300 millones fruto de poner a valor de mercado toda su participación (el 15%) en el banco chino. A lo largo de estos nueve años de inversión, BBVA se ha apuntado 2.000 millones en beneficios, lo que refleja esta factura negativa de 300 millones.
La entidad impactó las pérdidas de 2.300 millones en la cuenta de resultados de 2013. Un 'agujero' que el banco azul prefirió asumir ante el órdago de una rebaja de 5.300 millones en el capital por defender el 15% en el Citic, lo que le hubiera obligado a una consecuente macroampliación de capital.
BBVA efectuó una inversión de 3.280 millones en tres tramos para alcanzar el 15% del Citic Bank. Según datos de la propia entidad, en noviembre de 2006, la entidad española adquirió el 5,83% del Citic por 501 millones. Casi dos años después, julio 2008, amplió su participación en otro 5,1%, por 926 millones. Finalmente, la fuerte revalorización de los títulos del Citic obligaron a BBVA a pagar 1.197,9 millones por un 4,93%, en diciembre de 2010. Además, la entidad tuvo que pagar otros 656 millones para sufragar una ampliación de capital en 2011 y otros 213 millones para evitar una dilución en 2007.
A cambio, la entidad española ha recibido 536 millones en dividendos, entre los ejercicios 2007 y 2014, además de 2.394 millones en los dos tramos de desinversión del 10,3%. Pese a que nivel contable, la experiencia china dibuja pérdidas, es cierto que BBVA ha logrado sumar plusvalías en las dos tramos que ha desinvertido. De hecho, la entidad azul ha generado 400 millones en plusvalías por la venta del 4,9% anunciada este viernes.
En cuanto a solvencia, la venta tendrá un impacto estimado en el ratio de capital de máxima calidad Tier 1 de más de 20 puntos básicos, equivalente a una generación de capital de unos 800 millones de euros.
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