Economía

FG estrenará despacho en La Vela, el rascacielos de la nueva ciudad financiera de BBVA

La torre, aún en construcción, tendrá una altura de 93 metros y 19 plantas. Los primeros trabajadadores se trasladarán a las nuevas instalaciones de Las Tablas en apenas un mes. El diseño inicial de Herzog y de Meuron sólo tenía un despacho.

Ni moneda, ni euro, pese a su forma. No será ninguno de estos nombres coloquiales utilizados por la plantilla del banco. El rascacielos de la nueva ciudad financiera de BBVA, aún en construcción en el barrio de Las Tablas en Madrid, se denominará 'La Vela', según fuentes inmobiliarias. Esta torre de 93 metros, diseñada por los arquitectos suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron, albergará la zona noble de los directivos de la entidad.

'La Vela', de forma elíptica (ver imagen virtual), contará con 19 plantas. En una de ellas tendrá su despacho Francisco González, presidente de la entidad. El proyecto de Herzog y de Meuron está basado en grandes espacios abiertos interiores que huye de los despachos. De hecho, el diseño original comtemplaba un único despacho en todo el reciento: el de FG.

El rascacielos será el edificio más representativo de un complejo de 114.000 metros cuadrados, que contará con otros siete edificios de tres alturas. La parte este de la nueva sede ya está prácticamente acabada y comenzará a recibir a los primeros trabajadores en apenas un mes, como adelantó Vozpópuli el pasado enero. Estos edificios se denominarán con el nombre de los continentes y estarán separados por calles con jardines interiores bautizados con nombres de mares y océanos.

La mudanza comenzará este próximo mes de junio y finalizará a lo largo de 2015. La intención del banco es que los 6.500 trabajadores del grupo hayan ocupado las nuevas oficinas en el primer trimestre de 2015. De esta manera, BBVA habrá unificado en su nueva ciudad financiera a toda la plantilla que tiene repartida en Madrid a lo largo de 10 edificios. La nueva sede representa un ahorro anual del 32% en los costes operativos de los inmuebles, según las estimaciones de la propia entidad anunciadas en la presentación del proyecto.

La inversión total ronda los 612 millones. La mayor partida del presupuesto se destinó a la compra de los terrenos en Las Tablas por los que BBVA pagó alrededor de 400 millones, cantidad que después se incrementó en otros 450.000 euros por la compra de una participación del 29,73% en otro terreno adyacente.

La nueva sede corporativa tendrá dos elementos clave: la apuesta por el medio ambiente y la sostenibilidad, por un lado, y la creación de un espacio accesible, por otro. Respecto al medio ambiente, la sede tendrá el certificado LEED (Leadership in Energy & Environmental Design). Este hecho implica que el edificio permitirá ahorrar un 30% de energía, un 35% en el efecto invernadero, del 30 al 50% en la utilización de agua y del 70% en el tratamiento de los residuos.

Para materializar este proyecto se hizo necesario un plan especial que reordenara el ámbito adaptando la trama viaria y haciendo desaparecer una calle central, que se transforma en un anillo perimetral. De este modo, se concentran en una sola manzana las nueve parcelas del ámbito manteniendo la misma superficie de suelo e idéntica edificabilidad. Las zonas verdes pasarán de 2.251 a 8.823 metros cuadrados, a lo que se sumarán los 3.423 metros destinados a un equipamiento básico.

El proyecto presenta un retraso de años por la demora en la concesión de la licencia de obra por parte del Ayuntamiento de Madrid. El consistorio madrileño no formalizó esta documentación hasta abril de 2010. Sin embargo, los primeros movimientos de tierra no se produjeron hasta septiembre de ese año cuando el Ayuntamiento aprobó el Proyecto de Urbanización del Plan Especial de Mejora Urbana.

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