El BBVA ha reconocido al regulador del mercado de Estados Unidos (SEC) que el escándalo por los presuntos trabajos del excomisario José Manuel Villarejo a la entidad durante la presidencia de Francisco González para frustrar la opa de Sacyr podrían pasarle factura.
En un informe anual sobre sus cuentas, el banco explica al organismo que ha iniciado una investigación dirigida por PricewaterhouseCoopers "sobre las denuncias de actividad indebida relacionada con nuestra relación con Grupo Cenyt que pueden haber violado nuestras normas éticas y obligaciones de gobierno corporativo".
"Nuestro negocio está guiado por principios éticos. Hemos adoptado un Código de conducta, aplicable a todas las compañías y personas que forman parte del grupo, y una serie de políticas internas diseñadas para guiar a nuestros gestores y empleados y reforzar nuestros valores y normas para el comportamiento ético y la conducta profesional", ha asegurado el banco en el comunicado.
En este sentido, ha avisado del posible impacto negativo que se produciría en caso de ser ciertas las afirmaciones: "No podemos asegurar que todos cumplan en todo momento con nuestros principios éticos. Las conductas inapropiadas de cualquier empleado, y en particular de la alta dirección, podrían erosionar la confianza y dañar la reputación del grupo entre los clientes existentes y potenciales y otro grupos de interés", ha sentenciado.
González puso fin hace unas semanas a su presidencia de honor de manera temporal hasta que se aclare su supuesta relación en el 'caso Villarejo' "y para evitar que se utilice su persona para dañar a la entidad".
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