La pesadilla turca de BBVA no ha acabado. Eso es lo que se desprende del informe de diecisiete páginas que ha publicado el Banco de España este miércoles. En él, el supervisor advierte de que "la economía turca se enfrenta a una serie de retos, entre los que destacan la elevada inflación, las bajas reservas de divisas, la creciente dolarización de los depósitos, las elevadas necesidades de financiación exterior y el significativo endeudamiento en divisas de las empresas no financieras con los bancos turcos".
Esta situación de la economía turca se deriva en buena medida por los desequilibrios que ha provocado la crisis sanitaria y que se han agudizado por la respuesta a la misma, con una política monetaria y crediticia muy expansiva.
Turquía padeció una tercera ola que obligó a las autoridades a imponer de nuevo limitaciones al movimiento de las personas, con un confinamiento estricto de 17 días. Asimismo, el proceso de vacunación, que comenzó con rapidez en enero de 2021, pronto se enfrentó a problemas de aprovisionamiento. A 31 de agosto el país sólo tenía un 43,6% de su población con la pauta completa.
Fuera del terreno sanitario, el Banco de España también señala que "determinadas decisiones institucionales han generado incertidumbre respecto a la independencia de su autoridad monetaria", lo que ha debilitado aún más a la economía.
Se refiere al cambio no esperado del gobernador del Banco Central de Turquía en marzo de 2021, que generó un período de "intensa inestabilidad en los mercados financieros, con interrupciones en los flujos de capital, esenciales para financiar el déficit por cuenta corriente, y aumentos de las primas de riesgo, de las expectativas de inflación y de los tipos de interés a largo plazo".
La inflación, que acabó 2020 en el 14,6% interanual, ha seguido repuntando a lo largo de 2021, hasta situarse en el 19,3% en agosto. Detrás de esta dinámica alcista se siguen identificando factores recurrentes en la economía turca, como la importante traslación a precios internos del debilitamiento de la lira y unas expectativas de inflación elevadas, señala el supervisor.
Asimismo, el notable incremento del precio de las materias primas globales en 2021, las restricciones de oferta derivadas del retraso en los suministros y del crecimiento en los costes del transporte internacional, el aumento de ciertos precios regulados y el de los costes de producción interna también han repercutido en esta tendencia.
A todo esto hay que sumarle las desfavorables condiciones meteorológicas, que han provocado inundaciones e incendios en julio y agosto, lo que ha contribuido al ascenso del precio de los alimentos.
BBVA en Turquía
El resultado de BBVA en Turquía alcanzó 384 millones de euros, un 92,1% más que en el mismo periodo del año anterior. La tasa de mora se situó en el 7,3% y la de cobertura, en el 69%. El coste del riesgo acumulado descendió hasta el 0,97%.
La inversión crediticia en moneda local se incrementó un 23,7% interanual, mientras que la inversión en moneda extranjera descendió un 11,3%. El margen de intereses cayó un 10,1% interanual en el primer semestre, debido al entorno de tipos de interés.
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