El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido aceptar que los bancos, de forma temporal y con varios requisitos previos, presenten activos calificados como 'bonos basura' como garantía en sus operaciones de liquidez.
El instituto emisor ha justificado su decisión en la actual crisis generada por la pandemia del coronavirus Covid-19, con el objetivo de no perjudicar la elegibilidad de colaterales (garantías) que los bancos puedan emplear en operaciones de liquidez.
De esta forma, hasta septiembre de 2021, el BCE eximirá a todos los activos que se presenten como colateral cumplir la normativa de calidad crediticia siempre y cuando tuvieran un rating de 'BBB-', o superior, antes del 7 de abril, que es cuando abrieron la puerta a tomar esta decisión.
Es decir, el BCE aceptará activos con una nota situada en el grado de especulación, lo que popularmente se conoce como 'bonos basura'.
El organismo presidido por Christine Lagarde ha explicado que la actual crisis puede provocar que las agencias de rating revisen a la baja las notas crediticias de las empresas y los bonos emitidos de forma temporal.
Aunque el BCE aceptará activos de peor calidad, ha trazado una línea roja con respecto qué será elegible
No obstante, aunque el BCE aceptará activos de peor calidad, sí ha trazado una línea roja con respecto qué será elegible. No solo tendrá que haber estado situado en el grado de inversión, sino que no podrá estar situado por debajo el escalón 'BB', que está dos peldaños por debajo de 'BBB-'.
Bonos emitidos tras el 7 de abril
Para recibir la exención de cumplir el criterio de ser un activo situado en el grado de inversión y ser elegido como colateral, los activos tendrán que cumplir todos los demás criterios.
Además, el BCE también aceptará los bonos emitidos con posterioridad al 7 de abril siempre y cuando la empresa emisora recibida la exención del BCE y estuviera en el grado de inversión antes de esa fecha.
A pesar de esta medida, los activos registrarán un recorte en su valuación de acuerdo al rating en el que estén situados. Por prudencia, todos los activos presentados como garantía experimentan un recorte en su valoración de cara al BCE, que puede llegar hasta el 63% en el caso de los activos de peor calidad aceptados.
No obstante, ante la posibilidad de que se alargue la crisis del coronavirus, el BCE ha alertado de que "podría decidir", si lo considera necesario, adoptar medidas adicionales para mitigar "aún más" el impacto de las rebajas de ratings con el objetivo de asegurar una transmisión adecuada de su política monetaria a todas las jurisdicciones de la zona euro.
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