La canciller alemana, Angela Merkel, viaja mañana a Atenas con intención de elogiar los esfuerzos de Grecia para resolver su grave crisis presupuestaria y de endeudamiento, aunque sin aflojar la presión y continuar exigiendo que cumplan con sus compromisos ante la comunidad internacional, como recuerda Efe.
El ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, ha asegurado que el viaje de la canciller federal a Atenas, es un "acto de reconocimiento para el Gobierno griego". "Es un gesto europeo, un acto de reconocimiento para el Gobierno griego, que se encuentra bajo gran presión por su política de reformas", afirma Westerwelle en declaraciones que publica hoy el tabloide 'Bild'.
Sin embargo, el titular germano de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ha advertido de que la visita de Merkel no conlleva concesiones, prolongación de plazos, ni nuevas ayudas financieras para Grecia y subrayado que el pago del próximo plazo para su rescate depende del informe de la troika que debe hacerse público este mes. "De eso se trata, el resto no es mas que un poco de fantasía", dijo anoche Schäuble ante las cámaras de la emisora pública de televisión ZDF al insistir en que el futuro de Grecia depende del informe del trío formado por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). "No, la canciller no va a hablar (con el Ejecutivo griego) sobre las cuestiones de las que debe informar la troika", dijo tajantemente el jefe del Tesoro germano sobre la visita de Merkel, la primera a Grecia desde el comienzo de la crisis de la zona del euro.
El ministro de Exteriores aseguraba que es un 'acto de reconocimiento para el Gobierno griego', aunque al mismo tiempo se defiende que no se aflojará la presión para que cumplan sus compromisos
Tras subrayar que no piensa "dar por perdido" el país mediterráneo, el jefe de la diplomacia alemana asegura a su vez que "el Gobierno griego debe y quiere hace sus deberes. Los griegos merecen respeto". "Y merecen también que no les juzguemos en base a conocimientos incompletos, sino que esperemos al informe de la troika", añade Westerwelle.
También el portavoz de Merkel, Steffen Seibert, insistió el viernes en que "queremos ayudar a Grecia", aunque calificó la visita de rutinaria y señaló que la canciller no hace sino responder a una invitación del primer ministro del país mediterráneo, Andonis Samarás, que a finales de agosto estuvo en Berlín.
Atenas se blinda
La capital griega recibirá a Merkel blindándose a causa de las protestas y huelgas convocadas contra ella y contra las medidas de austeridad del gobierno conservador de Andonis Samarás, que concede una gran importancia a esta primera visita de Merkel a Grecia como canciller, ya que las relaciones entre ambos países se han resentido enormemente desde que se iniciase la crisis de deuda helena en 2010.
La protección se extremará especialmente en torno al Parlamento, la mansión Máximo -en la que Merkel se reunirá con Samarás-, y el Palacio Presidencial, donde la canciller alemana se entrevistará con el presidente de la República, Karolos Papulias. El diario griego 'Ta Nea' habla este lunes del dispositivo montado para 'proteger' a Merkel de protestas o posibles actos violentos.
La zona en torno al Parlamento, la mansión Máximo y el Palacio Presidencial están especialmente protegidos. El instituto Goethe y la embajada alemana tienen vigilancia policial estos días
El viaje de Merkel ha provocado que desde el Ggbierno alemán se haya establecido un especial protocolo de seguridad para evitar que ocurra cualquier altercado. El diario 'Bild' también publica este martes una información sobre la presencia de francotiradores en la zona de la sede de Samaras. "La policía quiere que el sitio sea como una "zona roja", mantener a los manifestantes vigilados. El Instituto Goethe y la embajada de Alemania se encuentran bajo protección policial", explica el diario.
Dudas sobre los motivos de la visita
El viaje de Merkel a Atenas tiene lugar poco antes de la publicación del esperado informe de la troika e inmediatamente después de que los ministros de Finanzas de la Eurozona celebren hoy y mañana la primera reunión del consejo del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) inaugurando oficialmente el cortafuegos para los países de la moneda única.
Merkel viajó por última vez a Atenas en 2007, más de dos años antes del comienzo de la crisis del euro, en la que Grecia es el país, con diferencia, que mas se ha visto afectado por problemas de endeudamiento y presupuestarios. Desde la oposición tanto socialdemócratas como verdes han pedido a Merkel que no actué en Atenas de manera prepotente y que deje claro a los griegos que podrán contar en todo momento con la solidaridad europea en su difícil y duro camino de reformas.
Los medios, por su parte, especulan con los motivos últimos del viaje y señalan que entre los analistas políticos existen dos tendencias enfrentadas. Unos consideran que Merkel cuenta ya de antemano con una salida de Grecia de la zona del euro y su viaje a Atenas obedece a la intención de aparentar una solidaridad que luego podría achacársele no haber mostrado.
Otros estiman que Merkel está tan decidida a mantener a Grecia dentro de la zona del euro que podría incluso manipular políticamente el próximo informe de la troika, aunque fuese negativo, para mantener el pago de las ayudas.
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