El Banco Central Europeo (BCE) está dispuesto a poner coto a la mala praxis de la banca y por eso apuesta por incluir criterios de gobernanza en los test de estrés de la EBA (Autoridad Bancaria Europea) e incluso llegar a penalizar a las entidades que incumplan con los criterios éticos planteados.
Luis de Guindos, este verano, indicó la voluntad de introducir por parte del Regulador en los ejercicios de test de estrés de la EBA los riesgos medioambientales. En ese momento sólo habló de criterios de ese tipo, pero fuentes consultadas aseguran que el supervisor se plantea incluir también requisitos ESG, es decir, añadir también los problemas sociales y de gobernanza que pudieran tener las entidades analizadas.
Aunque hasta la fecha no se haya puesto encima de la mesa cómo podrían repercutir escándalos como el de Villarejo a los requerimientos de capital de la banca, dicha medida ya se estudia en el BCE y en la EBA. Aunque no llegará para los test de estrés de 2020, sí sería posible para los de 2021.
No obstante, en la metodología publicada recientemente (7 noviembre 2019) no se incluye ninguna mención específica a la inclusión de los riesgos ESG. Indirectamente podrían tener cabida dentro de riesgo de conducta en el ámbito de riesgo reputacional, pero no existe a priori un mandato explícito para que las entidades lo incorporen en el ejercicio de la EBA 2020.
Lo que si explica la EBA es que seguirá incorporando consideraciones de este tipo en aspectos generales y trabajará para completar la segunda fase de su estudio al respecto, con carácter divulgativo y de evaluación de riesgos.
La CNMV también se pronuncia
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) también ha lanzado un escrito recriminando conductas poco éticas en la compañías cotizadas. El organismo que dirige Sebastián Albella no menciona ningún caso en particular, pero resulta inevitable relacionar el comunicado con el caso Villarejo y las imputaciones de BBVA y su expresidente Francisco González, así como las informaciones que apuntan ahora a otra relación del excomisario con otra gran compañía española cotizada: Iberdrola.
"Los casos de presuntas prácticas irregulares en algunas sociedades cotizadas que se han conocido en los últimos meses, algunos de los cuales han dado lugar a actuaciones de la jurisdicción penal, son motivo de preocupación para la CNMV como entidad supervisora del mercado de valores español", dice el comunicado del regulador. "Aunque sólo afecten a algunas empresas o sean imputables a un número reducido de personas, este tipo de situaciones pueden comprometer la imagen y reputación de nuestro mercado de valores, a cuya integridad y transparencia sirve la CNMV", añade.
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